
POR: Evaristo Benitez Castro
La tempestad en MORENA-GOBIERNO.
La presidenta CSP ya no siente sólo el golpe sino lo tupido y frecuentemente rudo de las políticas públicas que el presidente Trump ha instrumentado para México.
El amago de instaurar un arancel del 30% sobre algunos productos de fabricación mexicana a partir del 1 de agosto de 2025 y los arreglos que diversos testigos protegidos-cooperadores delincuentes mexicanos, han suscrito con autoridades de los EUA afín de obtener condenas menores a cambio de confesar los pelos y señales en sus tratos con políticos-gobernantes nacionales, damos por descontado que ha provocado un natural insomnio en la presidencia misma, gobernadores, legisladores y no pocos alcaldes que SABEN es inminente la aparición del listado del gobierno de los EUA donde se harán públicos sus nombres y las peculiaridades de sus amplias redes de complicidad con el crimen organizado.
Ya han sido publicadas listas EXTRAOFICIALES de gobernantes mexicanos (casi TODOS los del norte del país) que PRESUNTAMENTE “tienen arreglos de negocios” con diferentes cárteles en el contexto del “huachicoleo”, tráfico de armas y humanos, producción y trasiego de fentanilo, etcétera.
Desde luego y por descontado que la presidenta CSP, niega toda la información negativa de MORENA y sus gobiernos (incluido el de ella misma) y contesta que defenderá “la soberanía del pueblo de México”.
Mas de un ciudadano, de los 99.5 millones mayores de edad a los que poco nos importa a quienes señale como pillos el gobierno de los EUA en tanto que no somos gobernantes ni políticos, nos planteamos:
—¿Si sigue apretando la soga el presidente Trump…convocará MORENA-GOBIERNO “al pueblo” para que se manifieste en el Zócalo capitalino en protesta por “el intervencionismo y las falsas acusaciones del gobierno de los EUA”?.
—O por el contrario la presidenta CSP ya tiene preparada su lista personal de sacrificables y sólo espera el momento oportuno para ofrecer su promesa de paz al presidente Trump.
Para algunos observadores de lo asuntos públicos que intentamos asumir una conducta apartidista y crítica, es claro que el reto de la presidenta CSP, o sea definir su reacción institucional, la marcará de por vida y perfilará la ruta de su gobierno hasta el 30 de septiembre de 2030:
La ruptura, al menos fingida y acordada, entre la presidenta CSP y su forjador el ex presidente AMLO, es la siguiente jugada de tablero que, a la vista, hasta deben de mentarse la madre para que el pueblo mexicano siga en sueños.
Precisamente en los tiempos de tempestades y borrascas es cuando se identifica al capitán del barco o se ratifica al marinero común que ignora su destino.