Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

El senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán visitó Nuevo Laredo y estuvo acompañado por los diputados locales de Morena, Carmen Lilia Canturosas y Rigoberto Ramos. También lo acompañaron los ex diputados Jorge Valdez Vargas y Marisela López Ramos.

Dice Rojas que Morena debe abrirse a todos los mexicanos y que si no lo hace, corre el riesgo de que en el 2021 no retenga la mayoría y eso significaría el adiós a la 4T.

Agrega que él va a ser el próximo dirigente nacional de Morena y su meta es credencializar a 10 millones de afiliados que se comprometan en el 2021 a convencer y llevar a las casillas de votación cada uno a tres ciudadanos, con lo que se obtendrían 40 millones de votos.

Esto nos recuerda el viejo PRI, cuando en las más recientes elecciones se llegó a tener una red de 280 mil promovidos, es decir, gente que aseguraba que iría a votar por el PRI y en comparación la lista nominal era de 300 mil inscritos.

Al final no se llegó ni a 50 mil votos.

Los ciudadanos han aprendido a decirle a los partidos, y a las encuestas, lo que los partidos y las encuestadoras quieren escuchar. Es una manera de no meterse en problemas. Creen que si hablan con la verdad, les van a retirar apoyos sociales o van a tener dificultades en la prestación de servicios públicos.

En otro tema, el Presidente Andrés Manuel López Obrador acaba de publicar su libro número 18, titulado “Hacía una economía moral” y muchos se preguntan cómo le hace para darse tiempo para escribir, así sea un mal libro, pues gobernar le absorbe el tiempo, además de que si tiene tronada la economía, es obvio que no debe escribir sobre el tema.

En realidad todo hace suponer que López Obrador no escribe, se vale de un escritor fantasma, es decir, otro lo redacta y él solo lo firma. Y si eso mismo se ha dicho de escritores como Shakespeare, Alejandro Dumas, Isaac Asimov, no tendría nada de raro que eso ocurra con López Obrador, aunque diferencia de los escritores citados, los libros de nuestro Presidente son para consumo familiar. Lo que no tiene un sentido peyorativo, a fin de cuentas en Francia es de lo más común que el abuelo escriba sus memorias y luego regala libros a sus hijos, nietos y amigos.

¿Valdrá la pena comprar el libro de AMLO? Solo si se quiere gastar un poco de dinero y perder el tiempo,

La vida es tan corta que hay saber seleccionar nuestras lecturas.

José Stalin, uno de los peores tiranos de la historia, era un lector consumado. Tenía una biblioteca personal de aproximadamente 20 mil libros y diariamente leía alrededor de 500 páginas, porque leía muy rápido. Y leía todo el tiempo, lo mismo en el desarrollo de sus planes quinquenales para desarrollar a Rusia, en tiempos de purga interna, durante la segunda guerra mundial. Nada lo detenía. Ni siquiera saber que su esposa se suicido, que su hijo era prisionero de guerra o cuando mandó detener a la esposa de su amigo Molotov.

Escribió mucho, sus obras completas comprenden 15 tomos.