La Comuna
Las estirpes reynosenses
José Ángel Solorio Martínez
Mucho ha cambiado Reynosa, Tamaulipas, en los recientes años. Las élites se han transformado, renovado. Algunas, languidecen; otras, se galvanizan. Varias, han sido devoradas desde su interior; las menos, se han aclimatado para sobrevivir. El envejecimiento -son entidades vivas- debilitó sus estructuras en algunos casos; en muy raros fenómenos, han cruzado ese umbral, reproduciéndose -como decía Pareto- por consanguineidad o por alianzas financieras.
Uno de esos ejemplos, palpable, objetivo, es la nueva relación construida por dos de las estirpes reynosenses más relevantes: los Cantú Barragán y los Deándar. Estos factores reales de poder se suman y potencian su presencia en el municipio. (Habría que adicionar a otro vector social en declinación -pero no por ello liquidado-: los Gómez Lira. Magaly tiene la fortuna de cohesionar, a ambos factores de poder).
Achican, con ese motivo esas dos familias, a otra protagonista de la ciudad: los Gómez Reséndez-Cabeza de Vaca. El elemento tóxico del clan (FCdeV), imposibilita la inserción del senador, José Ramón Gómez Leal, en el tejido nacional de MORENA y genera una monumental implosión en el PAN que fractura, a toda la red otrora poderosa en Tamaulipas y Reynosa.
Se clarifican los precandidatos a la alcaldía para el 2027: Humberto Prieto y Magaly Deándar. El primero, apuntalado por administración estatal; la segunda, con el impulso de su propio capital político y el aportado por los Cantú Barragán y lo que queda de los Gómez Lira.
Nadie va a perder -de los institucionales-, en este juego: habrá espacio para todos; diputaciones federales, diputaciones locales, alcaldía. Nadie se juega la vida en esta elección.
Si fuera Prieto, Magaly tomaría el camino del Congreso federal; si llega Deándar, Humberto tendría pase directo a las grandes ligas.
Incluso habrá espacio para JR.
Igual para Makyito.
Maky, tendrá su última oportunidad. Y no es -como en otro escenario-: al todo o nada. Su vástago, es la oxigenación de la élite que encabeza. El alcalde reynosense, tendría la esperanzadora presencia en el Poder legislativo de la Federación, que le permitirá vínculos macizos e indispensables para su proyecto futuro.
En los próximos meses, se verán las actitudes y aptitudes, para ver la rearticulación de los Peña Ortiz, en un nuevo ambiente vital para el porvenir.
La solución reynosense, también implica cómo se resuelvan los acertijos de municipios vecinos. Nuevo Laredo, principalmente. Si Ninfa Cantú Deándar, es la candidata, se entiende: Magaly perdería toda posibilidad en su ciudad.
Prieto entonces sería la opción, por esas cosas de la política nacional.
Lo que parece una realidad: la solución de Reynosa, forzada por el choque, es cada vez más distante en este próximo año.
Hasta luego.
Para todos: que el 2026, cumpla sus sueños y anhelos.
