“Machetazo al Caballo de Espadas”.

Ironías de la vida; en mas de sesenta años en el servicio público don Alejandro Gertz Manero les jugó rudo a decenas (¿centenas?) de colegas-amigos-colaboradores- subordinados-socios y familiares muy cercanos, sacando ventaja de su posición de poder según tiempo y lugar.

Ayer fue justamente lo opuesto: el senador Adán Augusto López Hernández (con la bendición presidencial), le jugó rudo a don Alejandro y éste no pudo resistir la presión y los “argumentos” para retirarse como Fiscal General de la República e incorporarse al servicio diplomático, donde por su su avanzada edad le será imposible una larga carrera.

Aunque ciertamente sólo ellos saben con certeza las causas (tanto la presidenta CSP, como el senador Adán y el propio Alejandro), pero no es de dudar que el hoy ex Fiscal General ya no tenía ninguna utilidad que le permitiera continuar en el cargo.

Por otro lado también es cierto que la larga vida en el servicio público y sus acciones en los amplios y complicados laberintos del poder, le han permitido a don Alejandro aprender a blindarse.

Ha servido a gobernantes de cuatro sellos partidistas y su habilidad para manejar “expedientes secretos” le había permitido sobrevivir en la nómina correspondiente.

Pero no hay felicidad eterna; Diosito ha sido muy generoso con don Alejandro y lo tuvo en un entorno de gozo pleno durante mas de sesenta años.

Quiero pensar (yo así pensaría) que lo que mas le duele a don Alejandro es que haya sido un grupo de barbajanes los que lograron derrotarlo HOY; eso NUNCA pidieron hacerlo enemigos de mayor envergadura, preparación y apoyo político en cada momento que tuvo una transitoria crisis política.

De ahí que se trata de “un machetazo al caballo de espadas”.

En todo caso la pregunta natural es….¿Por qué o qué activó la decisión irreversible del retiro forzado de don Alejandro?.

La hipótesis mas coherente tiene que ver con la orientación legal que don Alejandro aplicaba a diversos asuntos en proceso penal como por ejemplo el huachicoleo fiscal y la “Barredora” de Tabasco y Chiapas, que involucraba, al menos a nivel de hipótesis, a gente muy cercana al ex presidente AMLO, y en primer término justamente al verdugo de don Alejandro: el senador Adán Augusto.