Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

Dicen los doctos de las ciencias jurídicas que lo que no está escrito, es permitido. La sabiduría popular expresa “…lo que es derecho no es chipotudo” significando que no hay error, todo es legal.

Sin embargo el tema adquiere significación cuando la ley es permisiva, es decir que permite, que autoriza, que faculta. Aunque debemos entender que para todo existe un límite, como el epicentro que intento explicar.

La polémica nacional empieza con una elección local para gobernador en el Estado Libre y Soberano de Baja California, México, cuya Constitución Política establece las normas necesarias para el caso.

El antecedente electoral de este 2019, es que por acuerdo de una legislatura federal -época panista-, se pidió a los estados unificaran las elecciones de gobernador con la del presidente de la República, por lo que cada entidad fue libre legislar en esta materia, sin romper el Pacto Federal.

En este tenor, los considerandos o argumentos fueron de todas las magnitudes pero el más socorrido fue el tema financiero de cada elección, por lo que se aprovecharía el mismo evento para elegir al gobernador y al Presidente de México.

En Tamaulipas tocó al gobernador Eugenio Hernández Flores (2005-2010), ahora prisionero en un penal de alta seguridad del centro del país, enviar la iniciativa de modificación Constitucional para esa homologación de poderes, con un gobernador para dos años y pasado este periodo se convocará para los seis siguientes.

Eso exactamente sucedió en Baja California Norte (BCN) con capital en Mexicali, donde militantes azules del PAN llevaban 30 años en la Silla Grande del Palacio de Gobierno y según el calendario del Instituto Nacional Electoral (INE) este 2 de junio, los de Morena, del Presidente López Obrador, ganaron el gobierno.

La convocatoria del INE fue clara, el triunfador gobernaría por DOS AÑOS, no reelegible en ningún caso; 5 Ayuntamientos y 25 Diputados Locales.

Los Ayuntamientos estarían formados por un Presidente Municipal y regidores, electos para un periodo de dos años, reelegibles hasta por un período más. Los alcaldes del trienio pasado pueden ser reelegibles.

Los diputados al Congreso del Estado, 17 serían electos por mayoría relativa, elegidos en cada Distrito electoral, mientras otros 8 son elegidos por representación proporcional.

La demografía electoral de BCN reportó 3 millones 315 mil 766 ciudadanos, de los cuales 2 millones 811 mil 075, cuentan con credencial de elector y apenas 758 mil 765 fueron los votantes (29.95%) y de éstos hubo casi 22 mil votos anulados.

Sin usted analiza los datos, apenas la tercera parte de los inscritos en el padrón electoral fueron quienes acudieron a cumplir con su deber ciudadano y esa tercera parte, eligieron a Jaime Bonilla, los Ayuntamientos y los diputados locales.

Para algunos locales fue una sorpresa que ganara Bonilla Valdés de MORENA, quien sustituirá a un gobernador PANISTA y quien validó la elección es un Congreso Local, también azul.

La sorpresa que rebasó los límites es que el Congreso Local de BCN, aprobó una iniciativa de ley, propuesta por MORENA, donde al gobernador electo, Jaime Bonilla Valdés, triunfador de la elección del 2 de junio pasado, le amplían el período de gobierno de dos a cinco años, rebasando la convocatoria del INE.

Desde luego que la polémica nacional está en la mesa de la discusión y las apuestas están como entre los aficionados al fútbol en una final de liguilla ¿el Gobierno de Bonilla Valdés será de dos o de cinco años, a partir de este 2019?

Piensa mal y acertarás dice el viejo refrán. Por lo que se antoja mal pensar ¿Qué estado de la república moverá los hilos en SU Congreso para prorrogar la estadía del Ejecutivo? En funciones o electo.

Con estos malos pensamientos vienen la reflexión sobre el papel real de los “representantes populares” aunque solo vote la tercera parte de los ciudadanos.

“México, Creo en ti como en el vértice de un juramento. Tú hueles a tragedia tierra mía, y sin embargo ríes demasiado, ¿Acaso porque sabes que la risa, es la envoltura de un dolor callado…” de Ricardo López Méndez.