Mangle o concreto: la batalla silenciosa en Tampico

Eduardo Pacheco
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Mangle o concreto: la batalla silenciosa en Tampico

 

● Resaltan preocupaciones por el mangle en Tampico: entre la sostenibilidad y el desarrollo urbano

 

Por Agustin Peña Cruz | Noticiaspc.com.mx | Tampico, Tamps.- En un contexto cada vez más marcado por la tensión entre crecimiento urbano y sostenibilidad ambiental, la alcaldesa de Tampico, Mónica Villarreal Anaya, ofreció una entrevista en la que fijó postura frente a las recientes manifestaciones de ambientalistas que temen una nueva pérdida de manglar en la Laguna del Carpintero, uno de los ecosistemas más emblemáticos del sur de Tamaulipas.

La protesta, celebrada el pasado domingo 8 de junio, estuvo encabezada por el colectivo “Restauremos la Laguna del Carpintero”, el cual ha denunciado lo que considera una amenaza directa a los remanentes de mangle que aún subsisten en la zona. Portando pancartas con mensajes como “mangle sí, hoteles no”, los activistas exigieron la cancelación del proyecto hotelero anunciado por el gobierno estatal, encabezado por el mandatario Américo Villarreal Anaya, que contempla la instalación de un Fiesta Americana cinco estrellas, con albercas y zona de estacionamiento.

 

UNA ALCALDESA A LA DEFENSIVA

Frente a las crecientes críticas, la alcaldesa Mónica Villarreal fue clara en su defensa del proyecto. En entrevista, aseguró que “el área designada para el hotel actualmente funge como estacionamiento y no contiene un solo ejemplar de mangle, planta o especie animal que represente riesgo ambiental.”

Respaldó sus declaraciones con estudios realizados por el Instituto Metropolitano de Planeación del Sur de Tamaulipas (IMEPLAN) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), además de recordar que durante el anuncio oficial del proyecto —presidido por el gobernador— se contó con la presencia de la titular de SEDUMA, Karina Lizeth Saldívar Lartigue, lo que, en palabras de la alcaldesa, “otorga legitimidad al proceso y demuestra que cumple con los requerimientos normativos.”

 

EL PASADO QUE NO SE HA REPARADO

Cuestionada sobre la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en 2016 ordenó la reparación del daño ecológico causado por la tala de mangle en el marco del fallido “Parque Temático Ecológico”, la alcaldesa reconoció que “el mangle no ha sido completamente recuperado”. Sin embargo, subrayó la intención de su administración de solicitar aprobación a PROFEPA y SEMARNAT para “reproducir ese mangle y agilizar el proceso de reforestación”.

Sobre la posibilidad de sancionar a los responsables del daño ecológico, Villarreal Anaya aclaró que existe “un procedimiento judicial en curso”, y puntualizó que dicho daño “corresponde al ámbito federal y no al municipal”. Aun así, aseguró que el gobierno local “está abonando a la recuperación del entorno en el menor plazo posible”.

 

EL DILEMA DE LOS HUMEDALES: DERECHO HUMANO O LUJO URBANO

Más allá de la defensa institucional del proyecto, lo cierto es que la discusión sobre la Laguna del Carpintero ha escalado a nivel constitucional e internacional. Diversos organismos, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), han citado el caso de Tampico como ejemplo de la importancia del principio de precaución en la protección de los ecosistemas.

La SCJN, en su sentencia 307/2016, fue contundente: “el desarrollo de un proyecto en una zona de humedales sin la autorización correspondiente contraviene el principio de no regresión ambiental”. Asimismo, recordó que la afectación a ecosistemas como el mangle no requiere necesariamente la demostración de un daño concreto para proceder jurídicamente. La sola posibilidad de afectación activa el deber del Estado de proteger esos entornos.

El artículo 4 constitucional establece el derecho de toda persona a un medio ambiente sano como un derecho humano autónomo, sin necesidad de ligarlo a otros derechos como la salud o la propiedad. En este sentido, la manifestación ciudadana adquiere un valor jurídico importante al amparo del Acuerdo de Escazú, ratificado por México en 2021, el cual obliga a las autoridades a garantizar el acceso a la justicia y la participación ciudadana en asuntos ambientales.

 

LA TENSIÓN PERSISTE

A pesar de las declaraciones oficiales, la desconfianza ciudadana no cede. Activistas y académicos insisten en que los daños al ecosistema en la Laguna del Carpintero no han sido reparados, y temen que nuevos proyectos se impongan sin una evaluación ambiental independiente. Para muchos, la ausencia de ejemplares de mangle en el área actual no elimina el contexto histórico ni la fragilidad del entorno.

Mientras tanto, la ciudadanía organizada sigue pugnando por mayor transparencia, estudios de impacto ambiental confiables y la posibilidad de co-participar en la toma de decisiones. La Laguna del Carpintero no solo representa un cuerpo de agua o un atractivo turístico, sino también un símbolo de resistencia ecológica en una ciudad donde los intereses económicos y los derechos ambientales parecen estar en curso de colisión.

Por lo tanto, el equilibrio entre desarrollo y conservación, Tampico enfrenta una prueba de madurez democrática. La respuesta —de las autoridades, de los tribunales y de la sociedad— marcará un precedente no sólo para esta ciudad portuaria, sino para la política ambiental en todo México.

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