“Otro otoño, sin ti”

Eduardo Pacheco
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Reflector/Gilda R. Terán.

“Otro otoño, sin ti”

Padre mío te fuiste tranquilamente un 5 de octubre, para habitar las moradas que Jesucristo nos preparó, es mi certeza de la fe que tú estas ahí, en un lugar donde no hay, dolor ni tristeza, sino solo gozo, alegría y consuelo del Señor.

Papá , recuerdo que un día antes de cerrar tus ojos para el sueño eterno, te despediste de mí, no con palabras, porque ya por tu enfermedad ya no podías hablar, sin embargo con tu mirada acariciabas mi corazón con tanto amor.

Y entre esa tarde de un miércoles cuatro del décimo mes, viene a mi mente que ese día me toco cuidarte y tu recostado solo escuchabas mis anécdotas que yo te contaba de cuando era niña, y esto lo hacía solo con el afán de hacer sonreír tu alma.

Me mirabas con esa quietud que solo Dios da, y así pasó esa tarde, y al momento de despedirme para marchar a mi casa, tengo presente que te dije “ya me voy nos vemos hasta mañana”, yo tomé tu mano derecha, la cual ya no tenía movimiento, como secuelas de tu enfermedad.

Y te dije “Dios se queda aquí”, entonces tu apretaste los dedos de mi mano y me sorprendí en sobremanera en virtud de que ya no podías mover tu mano, yo interpreté que tal vez no querías tu que yo me marchara, sino que siguiera recordando añoranzas y vivencias de nuestra vida familiar.

Pero al día siguiente cuando me llaman para decirme que habías fallecido, entonces supe con certeza que ese “apretón de manos” fue nuestra despedida, hasta pronto amado Padre.

“Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús”

1 Tesalonicenses 4:14

“LA FE NUNCA TERMINA”.

Hoy en día; hay muchas personas que al vivir sin propósito, han perdido la esperanza y esto trae como consecuencia que pierdan sus sueños, y al no tener un propósito claro y definido se engendra una incertidumbre.

Y es muy diferente cuando conocen sus metas y objetivos, porque tienen enfoques, disfrutan el presente y caminan hacia su destino, sabemos que al conocer propósitos existenciales, les da certeza, produce fe y aumenta la confianza.

En cambio, desconocerlos produce angustia, incertidumbre, falta de fe. ¿Conoce usted su propósito? es bueno saber, qué necesitamos para obtener esperanza, solamente es cambiar

de actitud, ya que puede elegir con qué actitud quiere vivir con una de quejas o con una de positivismo.

Mucho de nuestros patrones conductuales que tenemos en nuestra vida, depende de cómo alimentamos nuestro espíritu y nuestra mente, recuerde una actitud positiva trae buenas expectativas y esto brinda una vida en armonía.

En conclusión debemos actuar en fe, porque la vida es un viaje donde todos los días estamos aprendiendo y cuando lo hacemos crecemos como seres humanos, este es el momento para desarrollar esperanza, para retomar esos sueños y cumplirlos.

Tenemos que tomar en cuenta que el pasado no determina el futuro, ni los fracasos determinan el destino, si queremos vivir armónicamente, debemos atrevernos a cambiar, y a cerrar el pasado por un tiempo venidero mejor, dejemos que brille la luz en nuestras vidas, pues hoy es el mejor día en amor y fe.

Nos vemos hasta la próxima.

gildateran@yahoo.com.mx

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