Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Una fake news originó que el PAN de Nuevo Laredo se sacudiera de la modorra eterna, de la hibernación, el letargo, y logró lo que nunca: que se hable del PAN, bien o mal, pero que se hable.

De paso, se supo que el PAN tiene Presidente y es Ernesto Ferrara, quien salió a aclarar una noticia no oficial, anónima. El desmentido lo exhibió como  un vocero del aspirante a la presidencia municipal, Salvador Rosas Quintanilla.

Todo se originó  en una columna política atribuida a un tal Pedro Duarte, cuya identidad es desconocida, y en la que informaba que la militancia panista estaba a favor de la candidatura de Félix “El Moyo” García.

Unas tres horas después de que empezó a circular la versión de Duarte, que pudo  haber estado firmada por cualquier otro columnista de carne y hueso, Ernesto Ferrara lanzó un boletín en papel membretado con el logotipo del PAN, desmintiendo la “información  falsa y tendenciosa”, alentada por “intereses mezquinos”.

Durante su estancia en la dirigencia del PAN, Ferrara se ha negado sistemáticamente a reunirse con los reporteros. No da entrevistas a nadie, pero luego del ruido que ocasionó esta fake news, Ferrara le  metió más ruido, saliendo a desmentir la versión.

Había la necesidad de tranquilizar al diputado Salvador Rosas y a sus colaboradores, que se apanicaron  con el fake news. Había necesidad  de mandarles el mensaje de que aún no hay nada para nadie y que aún no es tiempo para destapes. Era tal el apanicamiento  de los chavistas que en vez de esperar a que fuese el dirigente estatal del PAN, Luis Enrique Cantú,  quien saliera a  decir que no es tiempo para destapes,  tuvo que hacerlo Ferrara. Todo quedó en  familia, pues.

Los tres prospectos del PAN a la candidatura tienen que seguir trabajando  para  ganársela y el destape oficial será por el mes de  febrero.

Más allá  de las simpatías  hacía  El Moyo García o Salvador Rosas, el PAN, sus militantes, deben agradecer que esta fake news los sacudió de la modorra y logró que al menos durante días se  hable del PAN, que puede ser bien o mal, pero al menos se habla y eso es bueno para el partido que en estos momentos está dividido en dos bloques, pero tan pronto se destape al candidato, todos deben trabajar en unidad.

Mientras no haya candidato, es natural que  los dos grupos hagan su lucha en un esfuerzo por obtener la candidatura. Nadie debe espantarse de esta competencia  interna, eso se da en todas las democracias.

Pretender   que un grupo se someta al otro, porque tiene el respaldo de tal o cual padrino, es mezquino, en tanto no se defina un candidato. Cuando este ya este, entonces  debe trabajarse por la unidad y si un grupo no lo acepta, entonces si se puede hablar de deslealtades y traiciones.

Hay que seguir construyendo la candidatura, en una competencia donde cada uno decide que es lo que  hace.