Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez
Ser maestro no es una tarea fácil… implica no solo leer y comprender las teorías pedagógicas de la historia, sino conocer los estudios más recientes sobre cómo se adquiere el aprendizaje, pero hay más… cómo hacer uso de lo que hemos aprendido.
Quienes se dedican a la docencia saben es una tarea complicada que requiere no solo del interés de los educandos, sino de otras implicaciones de carácter administrativo, sobre todo, por las ocurrencias de algunas autoridades.
En un aviso a los padres de familia del país y de Tamaulipas, los titulares de educación de estas dependencias, a través de las redes sociales, hicieron una invitación a directivos y docentes de todas las escuelas.
La idea fue para “invitar” al personal de las escuelas, para no condicionar la entrega de documentos oficiales, recordando que las “…donaciones y/o cuotas voluntarias, no son obligatorias. ¿Hay necesidad?
El aviso, advertencia, amenaza o llame usted como quiera, se dio a conocer, como cada año. Sin embargo hoy las redes sociales ya permiten difundir respuestas que pueden ser o no acertadas, sin corta pizas, sin “pelos en la lengua”, por lo que inscribo algunas citas, sobre todo publicadas en Facebook.
En respuesta a la invitación oficial, directivos y docentes exhortaron a los padres de familia para que cumplan con los compromisos que adquieren en las reuniones oficiales o asambleas de Padres de Familia, para que sus hijos estén en un espacio más o menos de calidad.
De la misma forma pidieron les auxilien para “Que sean las autoridades educativas quienes doten a las escuelas de una buena señal Internet, de computadoras y del tonner o tinta para las impresoras, ya que toda la documentación oficial que solicitan, así como las boletas y certificados, requieren de estos implementos de las nuevas tecnologías. Si no hay ¿qué entregamos?”
“Papás sean intermediaros para que se repare o adquiera la SEP o la SET, aparatos de sonidos, obviando engorrosos oficios a dependencias que hacen caso omiso, como cuando solicitamos cuadrillas de trabajadores que desmonten alguna zona de la escuela.”
Infiero es fácil que desde el escritorio ordene un funcionario y ¿por qué no son ellos los gestores para que se incluya, o en su caso se amplíe el presupuesto a las escuelas y doten de materiales más esenciales.
Los maestros intentando dar una imagen no exigen una pintura para el inmueble o mobiliario de un color específico, pese a lo que recomienda la Pedagogía y la Higiene Escolar, aunque pinten los edificios con los colores oficiales del partido en el gobierno.
Los maestros aceptan que en muchas escuelas han agotado la vida útil del material didáctico individual o colectivo, que sin duda es un buen auxiliar en el aprendizaje de los niños, por lo que los “profes” se ven obligados a comprar el propio y buscar alternativas para mejor hacerse entender con los alumnos.
Señor padre de familia, los maestros de Tamaulipas y de México le comentan que una vieja exigencia es que cada escuela tenga por lo menos un trabajador de intendencia, con funciones específicas de aseo y vigilancia del plantel, pero las autoridades hacen caso omiso de esta añeja petición. La solución es que los papás pagan con sus cuotas el salario de estos trabajadores, que no ganan ni el mínimo.
Las escuelas no tienen recursos para campañas contra zancudos, arañas, roedores y esos animales propios de la zona rural, menos para mantenimiento de redes eléctricas, hidráulicas o internet.
La constitución General de la República en si Artículo 73 dice que son facultades del Congreso de la Unión… en la fracción XXV “…establecer, organizar y sostener en toda la República escuelas rurales, elementales, superiores, secundarias y profesionales…” según la reforma constitucional del 29 de enero del 2016.
En otras palabras. Los maestros y directores de las escuelas no debieran “cobrar” las cuotas que acuerdan los papás en sus Asambleas, si el gobierno federal cumpliera lo establecido en el Artículo Constitucional que se cita.