Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Los tres principales partidos políticos de Tamaulipas preparan la renovación de sus dirigencias, algunos en los tres niveles.

El PRI renovará su dirigencia nacional en agosto. Claudia Ruiz se va. Es necesario. Su paso por la dirigencia no evitó la caída del PRI, que se ha convertido en tercera fuerza nacional y si bien es cierto que sigue fuerte en 12 Estados, donde gobierna, eso no ha evitado que Morena le pelee al tú por tú, como el Estado de México donde los morenos tienen el control del Congreso.

En los otros 22 estados donde el PRI no gobierna, el partido pareciera condenado a seguir fraccionándose y debilitándose, como es el caso de Tamaulipas que de 480 mil votos en el 2016, cuando perdió la gubernatura, paso a 90 mil, en tres años de ser opositor. No ha sabido ser opositor.

En agosto es un hecho que el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, derrote a José Narro Robles, a quien el tiempo ya lo rebaso.

Después de la dirigencia nacional vendrán los cambios en los comités estatales y municipales. En Tamaulipas los priistas deben dar el gran salto y quitarle a Egidio Torre el control del partido. Es la única forma de intentar recuperar el poder de antaño. Si los priistas siguen permitiendo que Egidio maneje al partido a través de títeres, se seguirán obteniendo mediocres resultados en las urnas.

En agosto el PAN renovará su dirigencia estatal. Francisco “Kiko” Elizondo se va, porque el ciclo para el que fue electo, ya se cumplió. Después del cambio estatal, con consejeros estatales incluidos. Vendrán los cambios municipales, En Nuevo Laredo, Ernesto Ferrara Therioth cumplió su paso por el Comité Municipal.

Y en Morena, habrá cambios en la dirigencia nacional. Yeidkol Polevnsky, con todo y lo polémica que es, aspira a seguir al frente del partido. Después de que se decida si se va o se queda, vendrán los cambios estatales y municipales.

En Nuevo Laredo a los morenos les urge una renovación a la voz de ya. Todo indica que es imposible evitar que haya 5 o 6 grupos internos, e igual puede haber 20, pero lo que deben lograr es que todos los grupos que hay trabajen en unidad cuando sea necesario.

En el 2018 y en el 2019 hubo grupos que no trabajaron durante las campañas, otros se aliaron con los adversarios, otros simularon. Todo esto podría acabarse, o al menos reducirse, con un liderazgo real, con un dirigente que exija e imponga orden, que retire a las manzanas podridas. Los morenos deben trabajar de verdad, se acabo la etapa de apoyarse en la imagen del Presidente Andrés Manuel López Obrador, que ya empieza afectar al partido, por su encabezar el peor gobierno en la historia del México independiente.

Nos consta que en Nuevo Laredo, Morena tiene militantes bien intencionados, dedicados al trabajo, que aspiran a lograr una mejor sociedad. No tiene la culpa de los errores y defectos de López Obrador que en el pasado también fue bien intencionado, pero el poder lo enloqueció y sacó lo peor de él, en detrimento de México.

Es cierto que sigue siendo popular. ¿Y eso qué? más popular que él eran Hitler y Stalin y hoy son dos de los personajes más siniestros de la historia mundial.