La Comuna
Plurinominales, ayer y hoy
José Ángel Solorio Martínez
Para comprender los alcances de la Reforma electoral de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo -y en esencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador- es pertinente comparar los escenarios generados en el país en los años 70, que obligaron a la reforma de 1977, con la arquitectura jurídica de Jesús Reyes Heroles y el México derivado de los cambios democráticos a partir del 2018 con el arribo de la Izquierda al poder de la nación.
La década de los setenta, tuvo días aciagos para el país y diversos segmentos de la sociedad. Su juventud, sin posibilidad de participación legal -el Partido Comunista Mexicano, ilegal, y el PAN con posiciones conservadoras alejadas de las mayorías-, optó por los inciertos y amargos caminos de la violencia.
Cientos de muchachos, casi niños, fueron seducidos por la guerrilla, que tuvieron en el Ché y Fidel victoriosos ejemplos. Los partidos de Izquierda mexicanos, se vieron rebasados por la estrategia insurgente que les arrebató a imporantes grupos de su militancia.
Años duró el combate entre el Estado y diversos grupos rebeldes.
Pagaron muy caro, los promotores de esa forma de disentir.
La guerra sucia que implementó el Estado, derivó en un debilitamiento estructural del sistema de partidos; fundamentalmente de Izquierda.
El Estado, también pagó las consencuencias: la cerrazón del sistema político, la brutal represión utilizada para acallar a la disidencia -estudiantes, obreros, campesinos, burócratas- en todo México y en el exterior, empezó a generar desgaste del sistema posrevolucionario.
En ese ambiente, nació la Reforma electoral de 1977.
Antes de que viéramos el estallido social, se abrió la válvula.
En sus primeras incursiones el PCM logró más de una decena de diputados plurinominales. Brilló la Montaña Roja de Guerrero: Othón Salazar y seguidores, ganaron la alcaldía de Alcozauca cuando aún había residuos del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas.
Contrafactualizando: si no se hubieran generado las expectativas legales de la Reforma de Reyes Heroles, muy seguramente habríamos entrado en una guerra civil de larga duración con los efectos aterradores que provoca un enfrentamiento de ese tipo.
¿Vivimos hoy ese escenario de los años 70?
¿No hay opciones políticas en tan diverso sistema político?
Difícilmente un ciudadano, puede afirmar que le faltan opciones para elegir. Existen partidos de derecha, de centro y de Izquierda para cubrir toda la exigencia popular.
¿Se vive un Estado autoritario que reprima, que cancele los derechos fundamentales de la ciudadanía?
En el pasado, los plurinominales eran para sumar a sus más distinguidos cuadros al Poder legislativo. Hoy, se tranformaron esos espacios para el enquistamiento de personajes impresentables
Eso es lo que pudrió la naturaleza de la Ley de 1977.
El régimen que procreó la institucionalización de las oposiciones, está hoy rebasado.
Si la oposición antes fungió como contrapeso, equilibrio, ahora es degradación: carencia de debate sustancial, amiguismo, nepotismo y corrupción.
Abro hilo.
