Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez
Uno de tantos problemas de los ciudadanos tercermundistas, incluyendo a nuestros compatriotas en este 2020, es la pérdida de confianza en la gran mayoría de las instituciones, sobre todo gubernamentales y de la iglesia.
En el entendido de que confianza significa, según el diccionario virtual “…esperanza firme que una persona tiene en que algo sea, suceda, o funcione de una forma determinada… que otra persona actúe como se desea. También pudiera ser sinónimo de seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida… es un acto que denota familiaridad, a menudo excesiva.”
Partiendo de estas ideas, es lógico inferir que la pérdida de confianza esté asociada a la incredulidad de los ciudadanos e incluso de aquellos que no han cumplido sus 18 años para poder ejercer su derecho al voto.
Es triste pero real, que las elecciones pasadas solo 30, de 120 millones de mexicanos, hayan acudido a las urnas para ‘luchar’ por quien pudiera dirigir los destinos de este muy golpeado país llamado México.
30 de 120, en números redondos, ahí están las estadísticas y en una reflexión a vuelo de pájaro, esos 30 millones apenas representan el 25% de la población y que en el 2018 ese porcentaje apenas se dividió en tres o cuatro ciudadanos… Pero que con más de la mitad de esos votos emitidos, se instala una nueva administración presidencial, un nuevo Congreso de la Unión.
Pese a aquella triste experiencia, estamos en espera de la cháchara electoral, de las promesas políticas de siempre y ahora, como si fuera novedad, seguro que el argumento anticorrupción estará de moda, claro que palabras como nuevo, renovado, justicia, equidad, etc., serán verbos conjugados en futuro.
La esperanza, esa que hizo votar a miles de mexicanos en varias ocasiones por varios partidos, sigue vigente en algunos mexicanos, que al grito de ¡Seré Candidato Independiente! buscarán una candidatura.
Para las elecciones de junio del, también pandémico 2021, son varios los nombres que los partidos políticos están manejando como precandidatos y para sorpresa de ciertos incautos -otros lo esperaban- aparecen los mismos personajes que no han hecho más que cambiar de camiseta.
La familia revolucionaria fue en tiempos del tricolor, ahora es la consanguínea o como dijera la abuela, ‘es la misma gata… nada más que revolcada, por lo que en busca de un cambio verdadero, surgen renovadas voces que intentarán buscar un cambio real, un canje de imagen, un renovado trapicheo legislativo.
Hace unos días me sorprendí de una declaración ciudadana cuando él solo, sin ‘padrino político’ y en un análisis de precandidatos por su Distrito Electoral en Victoria, determinó lanzar su candidatura independiente en las próximas elecciones.
“El distrito necesita ser apoyado, guiado por una persona que por lo menos tenga la capacidad y eficiencia en la gestión de apoyos, que sea empático no solo para la foto o el video, sino para resolver problemáticas añejas y nuevas de nuestro distrito…” dice el aspirante a recabar las tres mil firmas que le exige la ley electoral para su registro.
También expresó en su cuenta de Facebook que el candidato “…no solo debe sonreír ante las cámaras y micrófonos de la prensa, debe asumir seriedad ente las necesidades de la gente, de la comunidad que habita este distrito, de los escolares y sus planteles, de descubrir y promover la riqueza cultural, deportiva y empresarial que poseemos, pero sobre potencializarla.”
La visión del aspirante dice “Urge un Diputado con visión real del presente y con proyección futura, con respetuoso amor por la tierra que pisa y por su gente, un legislador a la altura de los victorenses, que haga gala de honestidad ante cambios necesarios en las problemáticas cotidianas de seguridad pública, alumbrado, pavimentación, señalización, de esta capital tamaulipeca”
Dice la voz popular que ‘La confianza mueve montañas’ ya veremos si las próximas elecciones verdaderamente pudieran generar el cambio que no solo un distrito electoral requiere, sino que Tamaulipas y México necesita con mucha urgencia.
Por lo pronto está abierto a participar en la próxima contienda un joven deportista, promotor de básquet bol y del futbol americano, reconocido no solo en esta tierra cueruda, sino en otras entidades del país.