
Por: Evaristo Benitez Castro
Polvos del pasado, tolvaneras del presente.
Es extrañamente curioso que muchos juniors que son colaboradores del gobernador de Tamaulipas hoy, ayer sus respectivos padres fueron cercanos políticamente a el ex gobernador Américo Villarreal Guerra.
Esta reflexión se vino a mi mente (aún relativamente sana) cuando ayer vi una fotografía del junior del ex alcalde de Tampico José Francisco Rábago Castillo, quien en su carácter de representante del gobierno de Tamaulipas en la ciudad de México, trataba X asunto.
Mi reflexión tiene que ver con el proceso electoral local tamaulipeco del año de 1998, en que Tomás Jesús Yárrington Ruvalcaba fue electo gobernador de Tamaulipas y “Paco” Rábago alcalde de Tampico, ambos por el PRI, desde luego y sobra decirlo.
Pues bien resulta que el presidente del IETAM en esos años, Francisco Javier de los Santo Fraga, me envió como representante de la institución a un evento desarrollado en Altamira con motivo del proceso electoral estatal en que se renovarían todos lo cargos de elección popular locales.
Francisco Rábago Castillo (por el PRI) tenía como principal adversario tras la alcaldía porteña al entonces aguerrido abogado perredista, Ricardo Ramírez Pérez.
Ricardo y quien esto narra, fuimos compañeros en la preparatoria “Matías S. Canales” del puerto; generación 1964-1966, aunque de disciplinas distintas llevamos materias en común durante dos años.
Volviendo al año 1999, resulta que el evento de Altamira desarrollado en el auditorio de una institución de educación superior, tenía entre sus temáticas un “diálogo” con los aspirantes a las alcaldías del sur del estado de Tamaulipas.
El “diálogo”, organizado por los propios estudiantes, estuvo cargado de energía y cosas inéditas que por cierto NUNCA se repitieron después en ninguna institución UNIVERSITARIA del estado.
La atención del “diálogo” se centró en los candidatos del PRI y el PRD a la alcaldía de Tampico, “Paco” Rábago y Ricardo Ramírez, respectivamente.
Habla primero “Paco” con la dejadez y la certeza de que su partido casi siempre gana las elecciones en turno y el auditorio le responde con tibios aplausos; luego interviene su adversario, Ricardo, echando lumbre por la cavidad bucal:
Acusa a “Paco” de ser el principal lenón del puerto pues lo ubica como propietario de casi todos los burdeles-casas de citas de Tampico y Altamira, sin pruebas desde luego.
Ricardo tenía ( hace años que no lo veo) la cualidad del buen orador o sea enardecer al auditorio con la palabra. A medida que Ricardo lanzaba sus acusaciones de lenón , la muchachada lo festejaba con aplausos sin reserva.
Así como escuchaba los aplausos generosos del público juvenil, así respondía Ricardo burlándose de “Paco”.
Como era de esperase, en la jornada electoral del año de 1998 quizá ni siquiera fueron a votar los estudiantes en comento, pero lo relevante es el acontecimiento por sí mismo: que un plantel de educación superior en Tamaulipas sea escenario de una confrontación de carácter político-ideológico, con todo y sus distorsiones- deficiencias e improvisaciones.
Confrontar ideas, planes y proyectos por parte de los candidatos a cargos de elección popular es lo más saludable para que en un ambiente democrático se pueda expresar la sociedad respectiva.
Yo prefiero correr el riesgo de debates acalorados, a un silencio cómplice que luego es negado por los propios actores políticos: y me refiero tanto a los candidatos como a los partidos postulantes y no se diga de un anfitrión digno….
Es altamente deseable un receptivo ambiente universitario para los debates y por tanto de naturaleza crítica, sin manipulación.
Pinches sueños guajiros que tiene su seguro servidor y amigo.