Revisar la historia

Eduardo Pacheco
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Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Nataly García Díaz no asume aún la presidencia municipal de Díaz Ordaz y ya está dando de qué hablar porque anuncio que buscará cambiarle el nombre a ese pequeño municipio.

Su argumento es que Gustavo Díaz Ordaz fue un asesino porque autorizó acribillar a cientos de estudiantes en la tarde-noche de aquel 2 de octubre, en Tlatelolco, que dejo un saldo de por lo menos 300 muertos y centenares de detenidos. Y que el Municipio lleve ese nombre, es un horror.

La  historia nacional está plagada de mitos, leyendas y mariguanadas, como la de que cuando se fundó Nuevo Laredo las familias desenterraron a sus muertos  en Laredo y los cruzaron al lado mexicano.

Siempre será sano  revisar la historia para conocer a nuestros héroes y villanos como eran en realidad, con  defectos y virtudes. Pocos quieren recordar que cuando Agustín de Iturbide entró el 27 de septiembre de 1821 a la  Ciudad de México, los habitantes lo recibieron con una lluvia de flores, música, vivas.

Y cuando Porfirio Díaz  dejo el país, en mayo de 1911, para ya no volver, la gente lo despidió con vivas y bendiciones. Y no se diga de Antonio López de Santa Ana, que  hasta lo glorificaron en el himno nacional.  Ellos tres son los  villanos  favoritos de la historia oficial, pero en vida se les dio trato de héroes.

Y qué decir de Miguel Hidalgo y sus hijos, siendo sacerdote; o Ignacio Allende planeando envenenarlo porque el padre de la patria era un fracaso como militar.

Don Benito Juárez cediendo  la soberanía nacional a los Estados Unidos entregándole a perpetuidad el  derecho de  tránsito por el  Istmo de Tehuantepec.  Y Madero el ingenuo, el iluso,  el soñador, el chiflado que ganó una revolución y se rindió ante el porfirismo y traicionó al movimiento armado.

Y así podemos hablar de un Ricardo  Flores empeñado en hacer la revolución  desde los Estados Unidos; de un Zapata intransigente, convencido de que solo él  tenía la razón; de un  Calles que mandó matar a su mentor Obregón; de un Cárdenas que despreció a un radical como Múgica y  prefirió a un ultraconservador como Ávila Camacho que destruyó su obra revolucionaria en un dos por tres.

Para conocer la  historia no es necesario reinventarla, como lo hace el Presidente. La  verdad  está en documentos  y libros,  y es cuestión de buscarlos, encontrarlos y leerlos.

Seguramente, Nataly García  encontrará el respaldo de la bancada de Morena en el Congreso Estatal, pero  habrá que ver que opinan los diputados panistas. Su voto se necesita para  reformar la Constitución. Cuando lo del 68, la derecha nunca se solidarizó con los estudiantes.

En otro tema, el senador Américo Villarreal Anaya estará  éste sábado en Nuevo Laredo para hablar sobre su tercer informe de actividades legislativas.

Las últimas encuestas  electorales que se han hecho en Tamaulipas han empoderado a Américo al presentarlo como el mejor posicionado, el más conocido  y el más  fuerte prospecto de Morena para el 2022.

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