Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

Mucho, pero no suficiente todavía, se ha escrito sobre la elección en Tamaulipas para este año, porque se buscan 22 diputados para conformar el Congreso Local 2019-2021, o sea, la LXIV legislatura.

Tres partidos políticos en esta entidad norteña tienen ¿presencia? entre la ciudadanía y es pública la relación que ya exhibieron los azules de Acción Nacional, los guindas de Morena y faltaban los tricolores del PRI, que por cierto apenas hace unas horas hicieron pública la lista de candidatos por mayoría, popularmente conocidos como plurinominales, los que no van a campaña, los que no andan de besa-niños ni de bailadores en colonias.

Se supone que cada partido político con registro en el IETAM ha elegido a sus mejores hombres y mujeres para asegurar el triunfo y los tres que señalé en el párrafo anterior tienen intereses muy particulares, por lo menos en apariencia.

Los de Acción Nacional pretenden seguir conservando la mayoría aplastante en el Congreso de Tamaulipas, porque ello le significa al Ejecutivo de la entidad, la carta abierta para emitir o modificar el marco legal, acorde a la política que se señale desde la Silla Grande del Palacio de Gobierno, incluyendo la aprobación de la cuenta pública.

En otro sentido, los guindas de Morena, pretenden la mayoría de curules para entonces facilitar la aprobación de leyes o modificación de éstas que emanen del Ejecutivo Federal, pero al mismo tiempo, negociar con el ejecutivo local algunas situaciones específicas.

Hay quien asegura la urgencia de votos para los tricolores y muy boca bajeados del PRI, quienes habían sido los triunfadores en las contiendas pasadas, hasta que llegó el PAN para quitarles no solo la gubernatura, sino la mayoría de alcaldías y presidencias municipales, o sea fueron insultantemente echados de los Tres Poderes de Tamaulipas.

En un programa radiofónico de ORT, analistas de la política del estado, hicieron mofa y hasta casi predijeron el nuevo fracaso del PRI en las urnas, puesto que los nombres de mujeres y hombres exhibidos como pluris, no garantizan absolutamente nada. Incluso hubo quién aseguró estaban ‘palomeados desde la Silla Grande del 15 Hidalgo’.

¿Quién ganará el Congreso? Según los que opinan, la lucha será entre los azules de Acción Nacional y los guindas de Morena, léase de otra forma: entre el ejecutivo federal y el local, en el entendido que los que pintan en el PRI, se sumarán al proyecto de éste último.

Sin embargo hay ‘asegunes’ porque los ciudadanos que votan, tienen memoria y aunque en apariencia se dejan llevar por espejitos, llega el momento de las decisiones y miren como le fue al PRI no solo en el 2016 Tamaulipeco, sino en el 2018 nacional.

Me explico. A partir del 1 de diciembre del 2018, ¿cuántos empleados federales, han sido despedidos injustificadamente?; ¿Cuántos faltan? En la columna Confesionario del periodista victorense, Melitón García, asegura que “En el presupuesto de Pemex para este año, en su Programa Anual de Austeridad en el Gasto y Uso de Recursos para el Ejercicio 2019, queda establecido que 16 mil simplemente se van, sin tocar baranda…”

El Columnista en La Razón, asegura que Pemex, en 2018 cerró con una nómina de poco más de 128 mil trabajadores y para finales de este 2019 la empresa pretende termina con solo, con poco menos de 111 mil, por lo que si Pitágoras no miente, son más de 16 mil empleos menos. O sea, si se calcula 4 dependientes económicos de cada trabajador, estamos hablando de que en promedio, serían 60 mil mexicanos afectados por la 4T.

A los tamaulipecos no les afectó que perdiera la elección a la presidencia de la República, el queretano Ricardo Anaya. Pero les sigue afectando los despidos masivos de varias dependencias estatales y la detención judicial de las demandas laborales interpuestas por los conciudadanos que se sienten muy afectados por esta supuesta venganza política.

¿Quién ganará la elección de junio del 2019 en Tamaulipas? Es un dilema fuerte, porque cada ‘santito’ tiene su capillita y se infiere que al PRI, el ciudadano le seguirá aplicando el voto de castigo y más por los protagónicos de algunos de sus militantes, cuando coquetean con otro partido.