Maremágnum
Mario Vargas Suárez
El título de hoy se refiere a los hechos de sangre inocente derramada en la línea divisoria entre Sonora y Chihuahua, donde integrantes de una familia de estadounidenses, radicados desde el siglo pasado en nuestro país y que ahora tienen esa doble nacionalidad, los LeBarón.
La Nueva Figura en la política mexicana es el Terrorismo, del que por cierto, una semana antes de la masacre Lebaron, el gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, había señalado ante los micrófonos de la prensa.
El escenario para las declaraciones del Ejecutivo Tamaulipeco, fue al término del desfile del 20 de noviembre en la capital del estado, cuando advirtió sobre el narcoterrorismo que grupos delincuenciales buscan implementar en el estado.
Cabeza de Vaca, declaró por los hechos sucedidos en la fronteriza Nuevo Laredo, donde la delincuencia organizada ha dejado huella muy marcada en la población y dejó en claro que, lamentablemente la lucha es, hasta ahora unilateral, pese a convenios, leyes y acuerdos con la federación se han quedado solo en el papel.
En ciudades de la frontera tamaulipeca han sido frecuentes los narcobloqueos, la quema de vehículos, las balaceras, los crímenes, etc., por parte de células criminales, por ello Cabeza de vaca dijo que ‘no buscará tapar el sol con un dedo’.
El de Reynosa determinó enfrentar a los criminales que “…buscan provocar el caos, el pánico y la inseguridad a través de actos de violencia, sobre todo promoviendo el miedo y el terror. Su comportamiento es un comportamiento de narcoterrorismo, es un tema muy delicado y que se tiene que actuar en consecuencia”, expresó.
Por otro lado, la masacre de los LeBarón no fue un hecho sangriento más, pues gracias a su doble nacionalidad y ante la política presidencial de México con -Abrazos No Balazos- pidieron ayuda gringa y la petición llegó a la Casa Blanca, donde el ‘copetes’ Trump, ya declaró.
El oriundo de NY, Donald Trump, anunció que “…planea designar como grupos terroristas a los carteles mexicanos.” Tan simple y sencillo que la postura del presidente gringo abrirá irremediablemente otro frente contra el Gobierno mexicano.
El de Macuspana, Tabasco, respondido en su mañanera del miércoles: “cooperación sí, intervencionismo no”, además dijo que por respeto a los días de Acción de Gracias en el país vecino, no iba a “polemizar”.
Pareciera que el presidente de los mexicanos no se ha percatado de la magnitud del problema que tiene el país y lo que representaría para los connacionales, sino la amenaza que implica el que México sea incluido en la lista del terrorismo gringo.
Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard Casahubón, twitteó “México no admitirá nunca acción alguna que signifique violación a su soberanía nacional”, expresión hasta cándida del que aspira a la presidencia de México, pues su ‘nacionalismo’ pudo haber sido de impacto nacional en otros tiempos, pero la experiencia enseña realidades.
Un portavoz de los LeBarón, dijo que la familia no se siente atendida por las autoridades mexicanas, pese a que el mismo Manuel López ha aceptado tener una entrevista con ellos, solo pidió no asistan luchadores sociales o medios de información.
Por su parte, los líderes de los LeBarón, han hecho declaraciones muy severas contra la política de “Abrazos, No Balazos” incluso se habla de un video donde se identifican situaciones muy comprometidas y el silencio de todas partes es evidente.
No se sabe si la política de comunicación del Estado está incluyendo notas periodísticas o sea material de archivo real, pero se están publicando espacios donde se habla de la realidad histórica de los LeBarón y no pinta nada bien.
El tema del terrorismo tiene para rato y los acuerdos -ya se empiezan a cocinar- jure que no serán dados a conocer, pero de que va haber actuación, ese es un hecho. Sin duda caminamos por senderos ¿insospechados?
