Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez
Todo aquel -hombre o mujer- del mundo de la política, sea el universo que me diga, debe estar preparado para las preguntas de los comunicadores que buscan la información necesaria para hacerla llegar a los ciudadanos que siempre esperan buenas noticias.
Reconozco que hay preguntas muy directas que se pude identificar como puntas de lanza para provocar reacciones y anidar declaraciones retadoras; respuestas que -a veces- no son nada favorables a su homólogo en otra área.
También desde luego la inseguridad, falta de pericia y experiencia hacen cometer tropezones gigantes como en el caso de aquella, estrenada titular de educación federal, en su primera entrevista con Televisa, al confesar desconocer el perfil de egreso de los alumnos en educación básica que la SEP está formando en esta, la 4T.
En Tamaulipas hay dos posturas, la oficial y la sindical, del campo educativo. Por un lado, la titular de la secretaría, Lucía Aimé Castillo Pastor y por el otro, el viejo lobo de mar, líder de los trabajadores de la educación, el Barón de Villagrán, Arnulfo Rodríguez Treviño.
Amarrando navajas no faltan los ‘amigos’ que calentaron la plaza por las declaraciones de Rodríguez Treviño, en el sentido de que la educación tamaulipeca debiera ser dirigida por profesores que conocen el medio, pues ellos identifican los renglones en los que se debe poner mayor atención y plantear las mejores soluciones a los conflictos.
No obviemos que al iniciar el sexenio de Egidio Torre Cantú, el gobernador designó al Dr. Diódoro Guerra Rodríguez como titular de Educación en el estado, mientras Arnulfo Rodríguez protestó el nombramiento asegurando que el originario de Miguel Alemán, no estaba en el estado el día de las votaciones. Pese a todo, el Dr. Guerra Rodríguez estuvo todo el sexenio.
Arnulfo en campaña a la 30 se abstuvo de señalar el número de plazas necesarias en la educación del estado, aunque reconoció la falta de mentores en muchas escuelas urbanas y rurales; como consecuencia de la falta de pago de aguinaldos estatales a tiempo, destaca la falta de pagos por servicios prestados y antigüedad.
Dentro de las herencias laborales y sindicales que Arnulfo tiene, está el exceso de burocratismo por los cambios de adscripción; designación de maestros frente al grupo; pago de interinatos; y el interminable problema de los “teachers”.
Vale decir que Lucía Aimé Castillo Pastor no es ninguna improvisada, puesto que conoce muy bien los problemas del sector al haber sido actora directa desde principios de este siglo en los niveles federal y estatal, por lo que no dudemos que la mancuerna SET-SNTE puede fructificar, encontrando soluciones conjuntas.
Quizá uno de los primeros conflictos que haya que solucionar, es la puesta en común entre los altos funcionarios para actualizar los cargos dentro de la misma SET y que Castillo Pastor declaró no tenía contemplado cambios inmediatos, ni sugerencias del SNTE.
Se sabe que, a pesar del cambio de gobierno estatal, algunas posiciones en la estructura educativa están ocupadas por personajes identificados con el Comité Ejecutivo Seccional que presidió el de Matamoros, Rigoberto Guevara Vázquez, pero también a la estructura que formó Abelardo Ibarra.
En este tenor, la negociación entre el sindicato y educación en Tamaulipas deberá disimular las formas y evitar los conflictos, puesto que la parte oficial pudiera ceder algunas posiciones como símbolo de firmar acuerdos.
Sabemos bien que el originario de Villagrán es un personaje ‘bragado’, aunque la de victoria ha demostrado ser una persona enérgicamente conciliadora.
Castillo Pastor conoce los alcances de Arnulfo Rodríguez no de ahora, sino de los que registra la misma historia de la sección 30, cuando incluso tomó varias veces las instalaciones sindicales, desde que el edificio estaba en el 15 y 16 Morelos de la capital.
Resultarán interesantes los planteamientos que plantee Rodríguez Treviño al gobernador Américo Villarreal Anaya y a la titular de Educación, Lucía Aimé Castillo Pastor quien, por cierto, tiene antecedentes familiares muy ligados a la educación del estado.
¿Primera llamada?