Silencio que delata

Eduardo Pacheco
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PALACIO

Por Mario Díaz

                       Silencio que delata

-Nada dice el tío Sam respecto a empresas texanas ligadas al huachicol

-La pregunta es ¿si tienen responsabilidad serán consideradas terroristas?

-Mismo criterio debería adoptar el gobierno yanqui con los capos de ese país

  1. Matamoros, Tamaulipas.-Resulta por demás extraño que el gobierno de los Estados Unidos no haya externado postura alguna sobre las carpetas de investigación de la Fiscalía General de la República relacionadas con el contrabando de huachicol fiscal y que involucran a empresarios establecidos en el estado de Texas.

Ha trascendido que la empresa importadora y exportadora de combustibles, Ikon Midstream, con base de operaciones en Houston, Texas, mantiene contratos de compraventa con la compañía Intanza, ubicada en Monterrey, Nuevo León, presumiblemente convertida en empresa fachada del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Sobra decir que, el contrabando documentado de hidrocarburos amparados con manifiestos de aceites no podría realizarse sin la complicidad de empresas norteamericanas que, en muchas ocasiones, reciben petróleo crudo mexicano y lo regresan en diésel o gasolinas refinadas amparados en documentación apócrifa para evadir el impuesto correspondiente y pagar un valor muy por debajo del arancel real.

Para el tío Sam no es desconocido la intensa actividad que despliega la llamada “flota oscura” en la cual participan los buque-tanques transportando diésel o gasolinas a puertos mexicanos con pedimentos de importación que amparan otro producto que “no ven” funcionarios aduanales y elementos de la Marina Armada de México.

El sospechoso silencio asociado a la investigación de la FGR que involucra a empresas texanas coloca en relieve la orden ejecutiva del presidente de la Unión Americana, DONALD TRUMP, que etiqueta como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos.

Ikon Midstream, compañía con base en Houston, Texas, y la empresa Intanza establecida en Monterrey, Nuevo León, estarían financiando las operaciones del Cartel de Jalisco Nueva Generación mediante el contrabando documentado de hidrocarburos y, por lo tanto, podrían ser incluidas en la orden presidencial trumpista.

Ante las millonarias utilidades que genera esa ilícita actividad que afecta a las finanzas mexicanas por la omisión en el pago de impuestos, comienza a trascender que el robo a los ductos de Petróleos Mexicanos y el huachicol ya se considera como la segunda fuente de financiamiento del crimen organizado.

Cabe señalar que luego del escándalo derivado del aseguramiento de buques-tanque con millones de litros de diésel amparados documentalmente como si fueran aceites secundarios y no hidrocarburos, se han incrementado las ventas de PEMEX y los carburantes legalmente importados por distintas empresas comercializadoras.

Al respecto, la jefa de las instituciones federales considera que el “apriete” del gobierno de la Cuarta Transformación al contrabando documentado de hidrocarburos ha contribuido a frenar esa ilícita actividad que se refleja en la operatividad de las estaciones de servicio a lo largo y ancho del país.

No obstante, las carpetas de investigación de la Fiscalía General de la República no han arrojado los resultados esperados en lo que se refiere a la ejecución de órdenes de aprehensión a las decenas de involucrados en el contrabando de huachicol.

Será por demás interesante conocer la postura oficial del Departamento de Justicia de los Estados Unidos respecto a que si las empresas estadounidenses involucradas en el huachicol también serán consideradas como organizaciones terroristas ante la presunción de que sirven a un cártel mexicano.

Mismo criterio que debería aplicarse a los capos norteamericanos que se encargan de distribuir las dosis de distintas drogas que llegan a los millones de consumidores en toda la Unión Americana y, además, a quienes “lavan” los millones de dólares que produce esa actividad y que se vuelven “invisibles”.

Justo ahí es donde surge la natural duda respecto a que si la campaña contra el narcotráfico que ha emprendido en América Latina la administración del presidente DONALD TRUMP es real o solo se trata de tender una cortina de humo para lograr un objetivo distinto.

¿Cómo la ve?

DESDE EL BALCÓN:

I.-A juzgar por lo que se observa, tal parece que en el territorio estadounidense no existen capos de la droga, ni lavadores de dinero ni tampoco empresas que se presten al contrabando de huachicol.

Aunque, eso sí, lo que sin duda alguna existe son los millones de consumidores de estupefacientes sin que se sepa de ninguna campaña de salud en contra de ese cáncer que consume, principalmente, a la juventud.

Ni hablar.

Y hasta la próxima.

mariodiaz27@prodigy.net.mx

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