El Caballero Errante
Por.- Amir Yusself Pacheco
En la Capital de Tamaulipas constantemente vivimos sucesos tan surrealistas que si no quedaran registrados en video o fotografía el mundo no lo creería, lo mas reciente en es enfrentamiento del famoso Teniente Dan, una persona sin hogar o vagabundo que deambulaba por las calles de Victoria en su silla de ruedas.
Vamos a ponernos un poco en contexto, hace un par de meses las redes explotaban con un video de dos personajes agarrándose a golpes en plena via publica y si uno era el mismísimo Teniente Dan apodado así por la famosa película de Forest Gump digo no hay que dar mucha explicación al menos la mayoría entendemos la referencia y su rival “El Mocho” si si ya se que me van a decir que no hay respeto pero al fin mexicanos, “el Mocho apodado así por falta de una extremidad” y su archirrival protagonizaron una batalla campal digna de la triple A en donde el Teniente Dan salió victorioso.
En esa época por ahí de Mayo todo era risa, dos personas solucionando problemas a la vieja usanza y a puño limpio, pero el día de hoy la cosa es muy diferente, ya no hay risas ni burlas, hoy hay asombro, molestia y señalamientos.
El día de ayer miércoles se llevo otro enfrentamiento muy similar, el ya Famoso Teniente Dan le propinaba tremenda tunda a un compañero de fiesta frente a Rectoría frente a muchas miradas de asombro y poca intervención los videos en redes no tardaron mucho en ser compartidos por toda la Capital, muchos con la frase famosa “por que el que graba no hizo nada”, vaya que no lo culpo, tratar de intervenir en una riña con una persona que al parecer no se encuentra bien de sus facultades mentales no es cualquier cosa, muy probablemente saldría herido quien quisiera apoyar.
Aquí viene lo curioso y alarmante “Y las autoridades” “y la guardia estatal” onde quedo apa?
El espectáculo acabo en tragedia, el agredido lamentablemente dio su ultimo suspiro en el hospital, después de que una persona llamara al 911 y los servicios médicos evaluaran de emergencia para trasladarlo, una persona ya sin piezas dentales que perdiera en el enfrentamiento, para luego perder la vida….
Este tipo de situaciones son alarmantes cada vez mas, no hay ley, no hay protección y cuando se solicita no llegan, no hacen nada o se ponen altaneros.
Aquí viene el contexto numeroooo 2: después de la noticias del fallecimiento de la persona agredida y ante la nula preocupación de las autoridades algunos personajes de la Capital se dieron a la tarea de rastrear la ubicación del Teniente, al ya ser un peligro latente para la sociedad en general alguien tenia que acuar.
Así es como Osberto Vera y el Lic. Antonio Nava se dieron a la tarea de rastreo, con apoyo de la ciudadanía a través de los “directos” de Facebook dieron con el paradero de la persona en cuestión, hacen el llamado al 911 y tras mas de 40 min de esperar alguna patrulla que respondiera al llamado, deciden ir a buscar una unidad que los apoye.
Cuando la encuentran para solicitar el apoyo el elemento que de la patrulla 2107 de la Guardia Estatal se dedico a dar escusas y cuando se percato que estaban grabando solicito que se dejara de grabar o transmitir por que le estaban solicitando el apoyo, a pesar de no tener nada que ver una cosa con la otra supongo que el elemento no quería que quedara registro de la sarta de sandeces que salieron de su boca.
Y remato con la frase “Usted debe guardar silencio y respetar a la autoridad” cuando en ningún momento se le falto, solo se le solicitaba el apoyo, para el que se supone que sirven.
Para no hacerles el relato mucho mas largo después de un momento mas se presento otra patrulla y realizo la detención correspondiente para presentar al culpable ante las autoridades, aunque ya la mayoría sabemos el desenlace y es muy probable que el día de hoy veamos al teniente por las calles, queda registrado que en la Capital del Estado de Tamaulipas en donde tenemos al Gobernador mejor evaluado a nivel nacional en seguridad dicho por la misma Presidenta Sheinbaum esa “Ley” y “protección” no existe, es un cuento de hadas mas.
Una muerte honorable está bien y es buena, pero si la vida en juego no es la tuya, ¿qué entonces? ¿Sería tu respuesta la misma, ser?