PALACIO
Por Mario Díaz
¿Terrorismo o delincuencia organizada?
-Sin importar el término; es muy grave la explosión del coche-bomba
-Gobierno y Fiscalía difieren con lo que establece el Código Penal Federal
-Las cifras alegres en el zócalo capitalino fueron opacadas por el bombazo
- Matamoros, Tamaulipas.-Grave, lamentable y significativo representa, sin duda, el atentado terrorista que se registró recientemente frente a la comandancia de la Policía Comunitaria en Coahuayana, Michoacán, con saldo mortal y daños materiales.
Grave, porque es un indicativo de que la escalada violenta continúa en esa entidad federativa a pesar del Plan Michoacán por la Justicia y la Paz; lamentable, porque ese tipo de acciones violentas provocan pérdida de vidas humanas inocentes y provoca terror entre la población y; significativo, porque el estallido del coche-bomba ocurrió justo cuando en el zócalo de la Ciudad de México se llevaba a cabo la celebración del séptimo aniversario de la llegada del gobierno de la Cuarta Transformación.
Si bien es cierto que el atentado con explosivos no estuvo dirigido directamente al gobierno federal, también es cierto que al grupo delictivo responsable del ataque ni le interesa ni le preocupa ni le intimida el despliegue de las fuerzas federales que integran el Gabinete de Seguridad.
Si la acción violenta que de acuerdo al Código Penal de la Federación se tipifica como terrorista o bien si la 4 T prefiere etiquetarlo como delincuencia organizada es lo de menos, desde la perspectiva del ciudadano que se siente desprotegido y queda a merced de la disputa entre bandos delincuenciales contrarios o bien de éstos en contra del Ejército, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana o Policía Estatal de Michoacán.
Del mismo modo, en términos asociados a la seguridad pública que en algunos territorios nacionales prácticamente está rebasada, poco o nada importa si en el Plaza de la Constitución de la ciudad de México se concentraron 600 mil asistentes según la estimación oficial, o alrededor de 200 mil ciudadanos que-matemáticamente-cabrían en el zócalo de acuerdo a la superficie de la plancha en un promedio de cuatro por metro cuadrado.
Es decir, la algarabía cuatroteísta derivada del séptimo aniversario de la llegada de la 4T al Palacio Nacional fue opacada por el acto terrorista o delincuencia organizada que se registró en aquel municipio michoacano fronterizo con el estado de Colima.
La escalada violenta que se vive en algunas regiones del país en donde se utilizan minas antipersonales, drones artillados, armamento de grueso calibre capaz de derribar helicópteros y, más grave aún, el estallido de coches-bomba es una situación que debiera preocupar y generar mayor esfuerzo y estrategias por parte del Gabinete de Seguridad del gobierno que preside CLAUDIA SHEINBAUM PARDO.
El bajo crecimiento económico que representa el 0.3 del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025 y el estimado en cerca del 1% en 2026 son indicativos de que la economía mexicana enfrenta problemas muy severos, a pesar de que la postura oficial en el sentido de que el pueblo está feliz, feliz, es un mejor termómetro que la estadística del PIB.
La triste realidad es que México enfrenta un par de problemas sumamente delicados y que requieren de inmediata cirugía mayor: el crecimiento económico en apenas tres centésimas en 2025 y la baja expectativa en 2026, por un lado, y el grave problema de inseguridad como consecuencia del desmedido avance de la delincuencia organizada en la vida política y económica en el territorio nacional.
Es cuestionable y, por ende, no del todo convincente que 13 millones y medio de mexicanos salieron de la pobreza gracias a los programas de bienestar social implementados a lo largo de siete años del gobierno de la Cuarta Transformación. También, que el incremento salarial en más del 100% se haya traducido en un mejor de nivel de vida de los asalariados.
Los apoyos económicos bimestrales por supuesto que son bien vistos por los recipiendarios; sin embargo, el gozo se va al pozo cuando se tiene la necesidad de enfrentar problemas de salud por la vía privada ante la ausencia de medicamentos en los hospitales.
Asimismo, el generoso incremento salarial durante la 4T creó una expectativa que no necesariamente arroja el resultado esperado. El aumento al doble del salario mínimo prácticamente ha sido pulverizado por el incremento en los precios de la canasta básica, fenómeno económico que en mucho influye la extorsión y cobro de piso a los productores agropecuarios por parte de los distintos grupos del crimen organizado.
Como es evidente, sin el menor ánimo pesimista o agorero del desastre es triste, grave y lamentable la cruda realidad que se vive en el país a pesar de las cuentas alegres-entendibles, más no objetivas-del gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Al paso que la 4T avanza en el tema de seguridad pública de acuerdo a los datos estadísticos del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, OMAR GARCÍA HARFUCH, es muy probable que el gobierno federal se vea en la necesidad de construir nuevos centros penitenciarios.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx
