Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Poco o poco se acomodan las piezas para que el ex diputado federal Edgar Melhem Salinas se convierta en el próximo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, y con lo cual es altamente probable que el PRI siga siendo un partido no opositor.

El otro aspirante, Tomás Gloria Requena, habría declinado a favor de Melhem quien se registrará como candidato el 2 de diciembre y al ser único ya no habrá necesidad de convocar a elecciones, por lo que es probable que el mismo día del registro se le declare ganador.

Se terminaron las ilusiones de priistas que le apostaron a Requena convencidos de que era la única forma de tener un partido independiente del poder y dispuesto a cumplir su rol opositor, ajeno a los intereses del ex gobernador que lo llevó a la derrota y se empeña en tenerlo ahí.

Salvo que ocurra lo contrario, el PRI de Tamaulipas seguirá recibiendo instrucciones desde San Pedro Garza García, Nuevo León y con ello la competencia política en el Estado seguirá entre el PAN y Morena. Estos dos partidos deben estar contentos de que el PRI se mantenga como un muerto insepulto.

Con un PRI convertido en zombi y un Morena donde los grupos se devoran entre sí, el PAN tiene todo a su favor para mantenerse como el partido mayoritario en Tamaulipas.

Aquí en Nuevo Laredos los cambios en el comité municipal del PRI se van a dar hasta los primeros meses del 2020. La llegada de Melhem favorece a Arturo Peña García que tendrá que hacer malabarismos para dirigirlo porque recibirá un partido en quiebra.

En otro tema, ¿qué diría Andrés Manuel López Obrador si la explosión del gasoducto de Tlahuelpian y sus 137 muertos; las encuestas patitos para cancelar el AICM; la marigunada de pedirle permiso a la madre tierra para construir el tren maya; el sometimiento de México para frenar la migración centroamericana; las facilidades a los grupos anarquistas para dañar monumentos y comercios; el fallido operativo de Ovidio Guzmán; el crecimiento cero; la imposición de la presidenta de la CNDH; la matanza de los LeBaron; y muchos incidentes más, hubiesen ocurrido en tiempos de Peña Nieto o Calderón?

De su boca saldría toda clase de groserías, insultos, descalificaciones y peticiones para destituirlos. Señor de horca y cuchillo los condenaría a arder en la llama eterna, pero como todo le ha ocurrido a él, tiene uno y mil pretextos para justificarse y para culpar de conservadores a los que lo critican.

Eso sí, se abstiene de enjuiciar a Donald Trump –auto-conservador declarado-. Le tiene pavor y estamos siendo testigos del Presidente mexicano más lacayo frente a su contraparte estadounidense. Se perdió la dignidad presidencial.

En medio de todo esto, al Presidente seguramente no le gustara que el Banco de México haya ajustado su pronóstico de crecimiento para este año de 0.2 a 0.7, a 0.2 a -0.2.

Claro el Presidente dirá que él tiene otros datos que nada más existen en su loquita imaginación, porque se empeña en vivir en Amlo-landía, el país donde todo mundo es feliz, feliz, aunque se lo esté llevando la…