Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

El título de hoy pudiera parecer desconcertante porque generalmente nos ubicamos no en este lugar, ‘en medio’. Casi siempre nos pensamos al frente o en el lugar que ‘nos tocó’.

El siguiente texto lo entrecomillo, porque no es de mi autoría, lo cito con autorización de quien lo escribió y publicó en su ‘muro’ de Facebook hace un par de días.

Profesor de la educación superior y con estudios de licenciatura en la Universidad Autónoma de México, además de una licenciatura y postgrado en la Universidad Pedagógica Nacional, campus Querétaro, Héctor Morán Olmedo escribe con frecuencia sobre la formación de profesores y pasajes de la cotidianidad.

Precisamente Vivir en Medio es un tema muy actual, que retrata la realidad en la que vivimos, porque dice: “Se suele pensar que México tiene muchos problemas. Yo prefiero suponer que son pocos, aunque estructurales.

Uno de estos problemas es la actual indefinición en el modelo económico y sólo lo notamos cuando se presenta una crisis, como la de la gasolina. Utilizaré esta para ejemplificar mi postura.”

Escribe el autor “Si los mexicanos viviésemos en un país capitalista, donde las empresas administraran  los recursos económicos para obtener ganancia, el robo de combustible sería su problema y difícilmente se presentaría.

Creo que Shell, Exxon, Repsol o ELF, como empresas privadas, difícilmente permitirían que se les escatimara una gota de su gasolina y si los empleados les robaran, sería “su problema” a resolver, porque los consumidores tendríamos opciones y no dependeríamos de un solo proveedor.”

La reflexión del profesor Morán Olmedo no está desfasada y deja muy en claro que, aunque el mercado de la gasolina en el sexenio pasado, se abrió a la ‘libre competencia’ en realidad el proveedor único siguió siendo el Estado mexicano, vía Pemex.

Sigue escribiendo el egresado de la UNAM y de la UPN Querétaro: “En caso de que hubiésemos construido un modelo socialista, estoy pensando en el socialismo escandinavo, con Noruega o Suecia como ejemplos del marxismo, que conocemos su naufragio.

Si tuviésemos un modelo socialista, los programas sociales y la poca diferencia entre los grandes y mínimos ingresos, mantendrían relativamente alejada a la población de la delincuencia. Vivir en la legalidad sería más rentable simplemente.”

El docente, formador de profesores, reconoce: “Pero vivimos en el peor de los mundos posibles. Los políticos mexicanos de cualquier signo se encuentran más preocupados en conservar sus clientelas y administrar el caos hasta que revienta.

Los políticos mexicanos, cobijados tanto por el PAN como el PRI, y ahora Morena, están más preocupados por hacer uso del presupuesto y de las prebendas del poder que por mejorar la condición en la que vivimos los ciudadanos.

Héctor Morán, afirma categóricamente: “Y nosotros, los ciudadanos, también hemos hecho nuestra parte: Estamos más preocupados por que gane la camiseta que tenemos puesta, nuestros análisis nunca rebasan la superficie que muestran los medios, no estudiamos ni reflexionamos para transformar la realidad, así somos presa de los políticos corruptos.”

La reflexión del profesor Morán Olmedo es cierto, porque aunque duela, la realidad es que por las redes sociales hay una ‘guerra’ entre los mexicanos por ‘defender’ lo que consideramos ‘nuestra postura política, ideológica’ omitiendo el ‘brinco político’ de un sinnúmero de tricolores y pitufos, amén de los ‘amarillos’ que ahora se ponen la camisa guinda de Morena.

La sentencia final en el escrito publicado el pasado 7 de enero dice “Ellos, los políticos, no van a cambiar, no les conviene, quienes  necesitamos cambiar somos nosotros, nos urge.”

La conclusión a esta columna, puede plantear las interrogantes: ¿Considera que debe cambiar su postura política o apolítica que posee?; ¿Qué cambiar?; ¿Cuál(es) debe(n) ser el(los) cambio(s) en usted?; ¿Cómo cambiar?; ¿El cambio debo hacerlo solo o en compañía de otros?

Cierro este espacio agradeciendo la fineza del Profesor Héctor Morán Olmedo por permitirme esta publicación.