Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Un nutrido segmento de los auto-denominados “fundadores” de Morena se han ido a apoyar la campaña de Fuerza  por México que tiene como abanderada a la presidencia municipal a Guadalupe Carmona, mejor conocida como Mamá  Lupita.

Como candidato a primer regidor va el agente aduanal Hermenegildo González Elizondo y como candidata a diputada local en el Distrito 2, va  la promotora cultural Azucena Rojas. Cualquiera de estos dos personajes hubiera sido más competitivo que Mamá Lupita, cuyo trabajo social en favor de los  huérfanos nadie demerita, pero como política es otra cosa y vimos de que está hecha cuando fue regidora independiente, de 2016 a 2018.

Los morenistas que se han ido a apoyar a Fuerza México se justifican con dos argumentos: que no están de acuerdo con Carmen Lilia Canturosas  y que además, Fuerza  México es afín a Morena, lo que es verdad. En este proceso electoral Morena tiene cinco partidos aliados: PT, Verde, Redes Sociales Progresistas, Partido  Encuentro Solidario y Fuerza por México. Los tres últimos participan por primera vez y la ley electoral no les permite  hacer alianzas ni entre ellos ni con los demás partidos. Esa es la razón por la que van solos, pero su  cercanía con Morena es evidente.

En un descuido, junto con estos 6 partidos también se ubica al Movimiento Ciudadano que al  no hacer alianza con el PAN-PRI-PRD, como era lo obvio,  dificulta la  victoria de estos tres.  En Nuevo León y en San Luis, el MC se ha posicionado en el primer lugar, las posibilidades de ganar son muchas y si esto sucede, le arrebatará a los opositores la oportunidad de haber ganado ahí.

El líder del MC, Dante Delgado Ranauro ya ha adelantado que Morena va a ganar las elecciones del 6 de junio, aunque  no ha hablado del papel que juega su partido en el proceso electoral y se cree que  es aliado encubierto de Morena.

Los morenistas  fundadores  están convencidos de que  pueden irse a Fuerza por México, termina el proceso electoral y regresan a Morena como si nada  hubiera pasado. Obviamente si gana Carmen Lilia les cerrará las puertas, como de hecho se lo hará a Morena mismo, para dar paso al canturosismo, como sucedió de 1975 a 1977 y de 2013-2016. ¿La historia es cíclica?

La otra alternativa sería que Fuerza por México ganara, lo que está en chino. Con  un triunfo, la mutación Morena-Fuerza por México pasaría desapercibida, con el  agregado de que  después del 6 de  junio se podría dar  una alianza abierta, salvo que Fuerza no conserve su registro.

Lo que sí es digno de reconocerse es el trabajo que realizan Ricardo Treviño Vázquez y Christian Lara, los dos elementos atrás de Fuerza por México, que de la nada han construido una  estructura que les permitió, para empezar,  conseguir a 42 candidatos, entre propietarios y suplentes,  representantes ante los cinco comités electorales,  participar en  jornadas de capacitación. Le han invertido esfuerzo y dinero, porque  cualquier viajecito de uno o dos días a Ciudad Victoria, cuesta. Y mayor es el gasto si se trata de una reunión en la Ciudad de México.