Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

— Van 95 de 1929 a la fecha
— Dos tamaulipecos, Rafael Villarreal y Hugo Pedro González
— No se respeta la sana distancia en mitin

Es curioso que en la caída de los dos últimos gobernadores de Tamaulipas hayan estado involucrados el periodista Vicente Villasana y Emilio Portes Gil.

En 1935, Rafael Villarreal fue obligado a pedir licencia -durante el sexenio de Lázaro Cárdenas cayeron 17 gobernadores, cifra que se igualó con Carlos Salinas- como resultado de un caos general, en el que se incluyó la denuncia de Vicente Villasana, director del periódico “El Mundo”, de que la policía había golpeado al Jefe de Redacción, Eduardo Martínez y a Margarito Ruiz, corresponsal de El Universal,

En Gómez Farías hubo un zafarrancho con saldo de varios muertos y heridos; en Tampico fue detenido el regidor Martín Piña, por haber propuesto el desafuero del gobernador; en Nuevo Laredo, había dos alcaldes: Martín Herrera adicto al gobernador y otro encabezado por Remigio Jasso Rodríguez; el 22 de julio de 1935, los agraristas convocan a una reunión en Ciudad Victoria para pedir la desaparición de poderes, que se concreta el 17 de agosto.

En esa época, Emilio Portes Gil tiene el control de Tamaulipas. Ya ha sido gobernador, secretario de gobernación y presidente de la república y no le perdona a Villarreal haberlo derrotado en el plebiscito que en 1933 organizó el Partido Nacional Revolucionario para escoger al candidato a gobernador. Con todo y haber sido Presidente, Villarreal le ganó y Portes Gil movió todo para removerlo, lo que finalmente logró

Doce años después, en 1947 es desconocido como gobernador el neolaredendse. Hugo Pedro González, luego de que su Jefe de Policía disparo y mató a Vicente Villasana, en una habitación del Hotel Sierra Gorda.

Desde El Mundo, Villasana –simpatizante de Adolfo Hitler y una foto con él era su orgullo- era fuerte crítico de González. Con su caída, el Presidente Miguel Alemán Valdez terminó con el cacicazgo de Portes Gil, padrino del depuesto mandatario.

De 1929 a la fecha, 95 gobernadores fueron desconocidos u obligados a renunciar. Lázaro Cárdenas y Carlos Salinas destituyeron a 17 cada uno. Este último obligó a Ramón Aguirre Velázquez a no tomar protesta como gobernador de Guanajuato, en una negociación con el PAN y Vicente Fox.

También obligó a renunciar a Fausto Zapata Loredo, cuando tenía 17 días de estar el frente de San Luis Potosí.

En el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, este encumbró a la gloria Carlos Armando Briebrich, en Sonora, para lo cual ordenó modificar la edad mínima para ser gobernador. Era el hijo prodigo, pero después le agarró tirria y le generó un zafarrancho en el que murieron varios campesinos, lo que dio motivo para obligarlo a renunciar.

En el sexenio de José López Portillo, se acusó de enriquecimiento inexplicable a Oscar Flores Tapia y se le obligó a renunciar. Su pecado fue haber sido echeverrista.

Ernesto Zedillo quiso obligar a renunciar a Roberto Madrazo Pintado, en Tabasco, pero este se negó, le dio la pelea y finalmente el proyecto se desecho. Y es que Zedillo era un personaje gris, blandengue.

¿Se convertirá Francisco García Cabeza de Vaca en el tercer gobernador en ser destituido, de los últimos 91 años? El tiempo lo dirá.

Lo que es evidente, es la mala estrategia de su defensa. Desde que la revista Proceso publicó en diciembre de 2020 que la Unidad de Inteligencia Financiera lo investigaba, se respondió descalificando al medio.

Convocar a miles de gentes en plena pandemia se convirtió en nota principal de muchos medios de comunicación que este día resaltan que no hubo sana distancia. Además, convocar a 5 mil personas, de acuerdo con algunos medios, o 15 mil, de acuerdo con otros, no va tener efecto en un Presidente que antes de serlo, reunió un millón de simpatizantes. Se ha de haber reído cuando sus agentes le informaron el número de asistentes.

Cabeza de Vaca va a enfrentar a la justicia y tiene que preparar su defensa jurídica. Lo hará como gobernador o una vez que deje de serlo. No hay otra opción con un Presidente que además aplica aquella máxima de Benito Juárez: justicia y gracia para los amigos; justicia a secas para los enemigos.

Y no solo se usa la ley para someter a los adversarios. Ahí está el caso de Eduardo Medina Mora, electo como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el 2015 –para permanecer 15 años, con un sueldo de más de 600 mil pesos mensuales- y cuatro años después fue obligado a renunciar, desde la presidencia de la república, luego de que se le acusó de haber recibido 103 millones de pesos, entre 2016 y 2018, a lo que él respondió que eran 7.4 y no 103.

En otro tema, familias de las colonias Reforma Urbana, Matamoros, Guerrero y Victoria se vieron beneficiadas con el programa Mercado de Abasto a bajo costo que el PRI Municipal les llevó, a través de la Secretaría de Organización y de Acción Electoral.

Jesús Alejandro Valdez Zermeño, presidente del Comité Municipal del PRI Nuevo Laredo, informó que “como lo acostumbra nuestro partido, no sólo en tiempos de campaña, sino cuando más se necesita, estuvimos con el Mercado de Abastos a bajo costo, que es un servicio que damos a la comunidad y que la verdad le es de mucha utilidad, porque llegamos a la gente más vulnerable con todos los apoyos que encierra este programa”.

Productos de la canasta básica como chile, tomate, cebolla, zanahoria, papa, huevo y tortillas a 10 pesos por kilo, lo cual es de enorme ayuda para la castigada economía de los neolaredenses, ya que ante la pandemia los ingresos de los hogares se han visto mermados.