Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

En medio de la pandemia sobre del COVID-19 en México y la revelación de otros datos sobre este mal de salud pública, donde aparece otra verdad a la oficial que se relaciona a los contagios y fallecidos entre febrero y noviembre de este año; además del rumor muy controvertido sobre el nombramiento de Esteban Moctezuma Barragán como embajador de México en Estados Mexicanos, en sustitución de Martha Bárcenas, con 43 años en el servicio diplomático del país.

También podemos sorprendernos en temas de Pemex, cuando se sabe de la cancelación de otros contratos en favor de la ‘prima’ presidencial, al mismo tiempo del despido de altos funcionarios que favorecieron a doña Felipa Obrador.

En medio de esto y más temas interesantes a nivel nacional y local, preferirnos enfocarnos en la vida de la Facultad de Derecho Victoria, que dirige el Dr. Armando Villanueva Mendoza, en la Autónoma de Tamaulipas, donde trascendió la salida por jubilación de cinco profesores.

De la licenciatura en derecho, al Dr. Celso Pérez Amaro, en su calidad de Coordinador de este programa educativo, corresponde despedir de la vida docente en la UAT, a los Maestros Miguel Hernández Alviso y Nazario Rodríguez de León.

La Mtra. Judith Gabriela Terán Verástegui, coordinadora del programa educativo de Ciencias de la Comunicación, dice hasta luego a tres maestros: José de Jesús Vargas Ortíz, Ernestina Olmedo Núñez y Mario Vargas Suárez, estos últimos con poco más de 35 años de servicios educativos en la Casa Máxima de Estudios del Estado de Tamaulipas.

En una ceremonia sencilla, en la Sala de Directores de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Victoria y con asistencia de altos funcionarios, el Dr. Armando Villanueva Mendoza, en su calidad de director, reconoció la aportación de los cinco catedráticos que en este período 2020-3, cierran su página laboral.

En el mensaje del Dr. Villanueva Mendoza, destacó “…son decenas de generaciones de egresados que ustedes, desde la cátedra, han contribuido a la formación profesional que exige la Universidad Autónoma de Tamaulipas, jóvenes que en su gran mayoría reconocen en cada uno de ustedes, la semilla de la superación, la honestidad y el profesionalismo que en ustedes descubrieron…”

“La facultad de Derecho Victoria está y, siempre estará con sus puertas abiertas a sus profesores, porque sabemos de la calidad profesional en favor de los jóvenes tamaulipecos que buscan hacer sus estudios en esta institución…” comentó Villanueva Mendoza.

Uno de los detalles curiosos en esta ceremonia, es cuando el Maestro José de Jesús Vargas Ortiz, comentó haber egresado de esta licenciatura, con diferente plan de estudios, pero estudiante en las mismas aulas de donde ahora se despide como docente. Además, reconoce que los Maestros Ernestina Olmedo Núñez y Mario Vargas Suárez, fueron sus profesores universitarios.

La Maestra Ernestina Olmedo, retomó algunos pasajes del texto que escribió titulado Nos Vemos el Martes, publicado en este mis

mo espacio y cito: “Por alguna extraña razón miró la fachada de la Facultad por el espejo retrovisor, le pareció un edificio bello. ‘Nos vemos el martes, dijo entre dientes’, aunque seguía pensando en el cubre boca. La ruta hacia su casa la obligó a pasar nuevamente por la facultad. La contempló por última vez y siguió su camino.”

Quizá lo relevante es que “… a partir de ese momento la lluvia de noticias, todas alarmantes, empezaron a llegar. Esto era serio y así había que tomarlo, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, Europa… hospitales y enfermos… fallecidos y el encierro… Pronto se supo que el mundo estaba siendo azotado brutalmente por una pandemia: el COVID-19. Y llegó la noticia: ¡Quedaban suspendidas muchas actividades en el país, pero sobre todo las escolares!”

Los alumnos y maestros dejaron de verse, hasta la fecha siguen en su casa y la escuela, la facultad de queda vacía… ‘Triste y sola… sola se queda la facultad’, como lo dice esa bella melodía de rondalla estudiantil y de las Tunas Universitarias.

Los cinco maestros universitarios se van a otras actividades, pensionados sí, en medio de aulas vacías, en un ambiente estudiantil silencioso, sin el bullicio de las risas, sin las pláticas insulsas o muy creativas, sin juegos de cartas a escondidas, una escuela vacía de rincones cómplices de besos juveniles y de espacios de sapiencia.