La Comuna

Los saboteadores tamaulipecos, de #esClaudia

José Ángel Solorio Martínez

Si algo define la coyuntura interna de MORENA-TAM, es la soterrada pero estridente, pugna entre los morenos históricos contra los morenos advenedizos. En la más reciente visita de la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo a Madero, los celos de los morenistas bisoños chocaron con la operatividad de los morenistas de la primera hora.
El sedicente coordinador de #esClaudia en el estado -el inexperto, Marco Batarse-, ante el desplazamiento de la convocatoria para Playa Miramar, se encargó de correr la voz entre sus amiguitos para no mover un solo dedo a favor del esfuerzo coordinado por el alcalde, Adrián Oseguera Kernion.
Quienes recibieron línea del rapazuelo, fueron el alcalde de Altamira, Armando Martínez y su operador en ciudad Madero, Claudio de Leija. Otros cuadros que laboran en la red de la Secretaría de Bienestar, también recibieron la orden de no movilizar recursos hacia el evento en la Plaza Gobernadores, para “no hacerle el caldo” al jefe edilicio maderense.
No les salió del todo bien la estratagema.
La estrategia montada por el ingenuo Marco, llegó a oídos de los operadores de Sheinbaum y centraron su interés en dejar en manos de Oseguera toda la responsabilidad del evento.
El presidente municipal de Altamira, no tuvo el menor empacho para deslindarse de la responsabilidad de invitar a la ciudadanía altamirense al acto de Claudia en la urbe petrolera.
De la misa forma, el diputado federal, Erasmo González Robledo, dictó instrucciones para sumarse a la jornada traicionera del imberbe Batarse.
La idea del plan, era exhibir al alcalde Adrián y aniquilarlo políticamente.
Los más de 15 mil asistentes a la Plaza Gobernadores, echaron abajo el boicot del polluelo Batarse, de Claudio de Leija, de Erasmo y de Armando Martínez.
¿Esperaban crecer políticamente, a costa del fracaso de Oseguera?
Al parecer, sí.
¿Creía el puñetillas Batarse, con el descalabro del alcalde maderense aseguraría la Senaduría?
Probablemente sí; se colige ello, ante la enjundia que puso para que la concentración de morenistas resultara deslucida.
¿Ya se sentía diputado local, Claudio de Leija?
Narran sus compañeritos, que desde el día que conoció a Marquito, le cambió hasta el modito de andar.
Con la asistencia a la recepción de #esClaudia en Miramar -hasta hoy la de mayor envergadura en el Noreste mexicano-, Oseguera mostró que tiene en un puño la ciudad. Ni el adolescente Batarse, ni Armando Martínez, ni Claudio de Leija, ni Erasmo, conocen la entraña social maderense como Adrián.
Ese ha sido su error.
Se sienten dueños de MORENA y de la autoridad en todos los municipios del estado.
Esa falsa percepción, los ha hecho excluyentes, soberbios y actuar como pequeños reyezuelos en una región habitada por fuerzas inexplicables y algunas veces invisibles, que son determinantes en muchos territorios.
Valdría la pena recordar: el primer trienio que gobernó Oseguera Madero -2018-, lo hizo contra la voluntad del gobernador panista, Francisco García Cabeza de Vaca.
Los anodinos adversarios del alcalde maderense, están golpeando el avispero.
¿Por qué, si quieren ser senadores, diputados locales y alcaldes, rompen lanzas con el factor más potente del municipio?
¿Quién está girando las órdenes de confrontar desde MORENA, a uno de los lopezobradoristas más consistentes en la entidad?
Y finalmente:
¿Felicitará #esClaudia al onanista Batarse, por el cagadal que está haciendo en Tamaulipas?