Tiempo de  opinar
Por Raúl Hernández Moreno

— Ahora habrá diputados de 18 años
— Amenaza a transporte público
— Que es igual que los llamados  misa

La Cámara de Diputados aprobó reformas a la Constitución General de la República, para reducir la edad para ser diputado  federal de 21 a 18 años y para secretario de estado, de 30 a 25 años.

El dictamen fue enviado al Senado de la República para su ratificación o rechazo.

La reforma prácticamente es un   hecho, por tener el aval de todos los partidos y ahora las preguntas inevitables es sí  tiene dedicatoria y a quién. Eso se verá más adelante.

Esto nos recuerda que en el sexenio del genocida de Luis Echeverría Álvarez, éste estaba tan emocionado con Carlos Armando Briebrich que promovió una reforma constitucional para reducir la edad para poder ser gobernador de Sonora de 35 a 30 años.

Bribrich  se convirtió en  gobernador a los 33 años, solo para ser  destituido dos años después por el propio Echeverría que paso del arrobamiento al desencanto.

Y es que Briebrich se sentía tan poderoso por el respaldo que le  prodigaba Echeverría, que se enemistó los  funcionarios federales del primer círculo, como Augusto Gómez Villanueva, Mario Moya Palencia, Porfirio Muñoz Ledo, entre otros, que intrigaron en su contra,  hasta sacarlo.

Por otra parte, dice el delegado de Transporte, Gilberto Martínez que o los concesionarios del transporte público mejoran las condiciones físicas de sus unidades o habrá sanciones.

¿Dónde  hemos escuchado eso? Toda la vida. El transporte público de hoy es el mismo de hace 5 años, de hace 10, de hace 20, de hace 40 años. Cambian las épocas, pero todo es igual.

Ha habido tolerancia con los concesionaros toda la vida y la seguirá habiendo, por más que un funcionario busque sus 15 minutos de fama.

En  otras ciudades del país hay un transporte público más eficiente, incluso con unidades climatizadas. Si allá pueden, es  factible que en Nuevo Laredo,  también.

Pero no es con bravuconadas  como se va a lograr.

Antes de que Didi y Uber llegaran a Nuevo Laredo, los taxistas se comprometían un día sí y otro también, a tener mejores unidades, pero nunca cumplieron.

Los taxistas utilizan unidades compactas, sin clima, cobran de acuerdo al sapo es la pedrada y hay que  ir a buscarlos a un punto de encuentro, porque si se les llama a domicilio, la tarifa aumenta. Los Didi y los Uber llegaron con unidades de  más reciente modelo, limpios, con choferes más educados, llegan a domicilio, con tarifas más  bajas, aceptando pago con tarjeta bancaria.

Lo que nunca cumplieron los taxistas, ni la delegación de transporte los obligó, lo ofrecieron Didi y Uber. Una chulada.