Sin Filtros; por Brenda Ramos

Con un grado de acierto de 99.99 por ciento, Ciudad Madero es el único municipio de Tamaulipas donde ya puede anunciarse al partido ganador de la elección municipal de 2024. La milésima que falta para el 100 por ciento es el margen que debe uno dejarle al destino, que de pronto sacude. Pero no hay razón para esperar esos giros y   en lo político, definitivamente, Morena ya tiene ganada esta importante plaza.

Esto sucederá por dos motivos esenciales: la gestión del gobierno local, con un equipo de trabajo altamente eficiente, y a los débiles aspirantes que presentan el PAN  y el PRI para competir por la alcaldía.

Desde el secuestro del Partido Acción Nacional, a cargo de los hermanos García Cabeza de Vaca, el apoyo ciudadano para este instituto político ha ido en picada. Los chilangos que asesoraban a Ismael terminaron de destrozar la unidad del panismo.

El mismo Ismael actuó como líder de facto del PAN y lo hundió por sus torpezas; se encargaba de aprobar y vetar candidaturas, lo que fue aprovechado por Morena en 2021 para ganar las principales ciudades de Tamaulipas y la mayoría del Congreso del Estado.

En 2022 se consumó el liderazgo de la izquierda y el hundimiento del PAN: la gubernatura de Tamaulipas pasó a la 4T.

En Ciudad Madero, las insensatas decisiones de los Cabeza de Vaca también minaron la confianza de los panistas locales, que ya habían ganado la alcaldía en 2016. Pero las discordias con Ismael comenzaron a afectar los resultados en este municipio y fueron perdiendo desde diputados hasta regidores.

Cansado del cabecismo, Marco Moctezuma Simón, panista con 20 años de militancia y uno de los líderes maderenses del partido, renunció a Acción Nacional a principios de mayo. Otros militantes reflexionan la misma posibilidad en las próximas semanas.

Y adelantan que muchas de las bases también se irán, molestas por los personajes que el partido quiere imponer: Alba Verástegui y el diputado local Carlos Fernández, el mismo al que señalaron irregularidades por 90 millones de pesos como titular del Instituto del Deporte.

Ni ella ni él juntan tres vecinos, pero son protegidos de los García Cabeza de Vaca, razón suficiente para ser considerados; Alba es hermana de César Verástegui, el abanderado del PAN que perdió en 2022. Y el diputado Fernández arrastra ya la etiqueta de cartucho quemado.

En conclusión: con el panismo fragmentado, los pésimos aspirantes de oposición y un gobierno municipal de resultados, Morena tiene un pie otra vez en la presidencia municipal de Ciudad Madero.

El dilema siguiente es saber quién pondrá el segundo pie en el gobierno municipal, ya que los pronósticos se centran en dos figuras: Erasmo González, el diputado federal cercano a Mario Delgado, y Carlo González Portes tesorero de la urbe petrolera, responsable de la buena marcha financiera de la administración.

En realidad, al señalar la cercanía de Erasmo con el dirigente nacional, ya hemos dicho todas sus fortalezas. A pesar del papel relevante que ha tenido como presidente de la Comisión de Presupuesto, Erasmo no conecta con la gente ni provoca interés en su persona. Aunque sonríe mucho, es un tipo frío y sin carisma, que depende del apoyo de liderazgos y padrinos para ocupar posiciones. Nunca arriesga, ni cede, ni comparte nada, y eso lo nota la gente.

En cambio, quien ha destacado por su eficiencia y capacidad es Carlo González Portes, tesorero de la urbe maderense . Sus estrategias y decisiones han logrado sacar al municipio del estancamiento en que había caído por culpa de los malos gobiernos pasados.

Ciudad Madero estaba casi quebrado cuando lo tomó Morena en 2018. Se encontró con una deuda de 210 millones de pesos, herencia del alcalde panista Andrés Zorrilla, y de un pasivo de 174 millones de pesos de la Plaza Isauro Alfaro con un banco. Todo presagiaba tiempos de escasez y malos servicios, como hoy se encuentra Ciudad Victoria.

Pero sucedió exactamente lo contrario. Gracias a la labor de González Portes, se redujo la carga financiera tanto de la deuda como de la plaza Isauro Alfaro, y se canalizaron recursos para equipamiento de la ciudad, luminarias, limpieza, mantenimiento parques y un nuevo kiosco municipal, que mejoró la imagen de la zona centro.

En lo político, Carlo Alberto González Portes goza de buena aceptación entre las bases morenistas por su trabajo territorial en la campaña de 2022. Conoce a los líderes, ha recorrido las seccionales y está muy identificado con el proyecto de la Cuarta Transformación.

En las últimas elecciones, Morena ha tenido que confiar más en la aprobación personal de los candidatos que en la fuerza electoral de su marca, la cual, después de cinco años en la presidencia del país, tiene desgaste.

En los hechos, el único que garantiza eso en Ciudad Madero es Carlo Alberto González Portes.