Maremágnum
Por Mario Vargas Suárez

Esta semana de abril, donde el Calendario Oficial Escolar señala el retorno vacacional para todos los niveles del Sistema Educativo, nos enteramos de varias noticias de impacto nacional y local.

UNO. Abro este espacio con la noticia luctuosa del Dr. Egidio Torre López (1927-2021), sucedida ayer al filo de la media mañana en su natal Cd. Victoria. Nuestra solidaridad a su familia y a todos los amigos que hizo en el Consejo Cívico Ciudadano de Cd. Victoria.

DOS. Fueron improcedentes las candidaturas de Morena ante el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), al señalar que Enrique Torres Mendoza, en su calidad de líder del partido del presidente, carece de esta facultad, según publicaron los periodistas Antonio Hernández y Edhith Álvarez del Grupo Milenio.

La negativa del Consejo se dio a conocer el viernes 9 de abril, pues afecta candidaturas para alcaldías y diputaciones locales por Morena en Tamaulipas, al ser registradas por personas diferentes a las señaladas por el propio Estatuto del partido.

Según trascendió, Gonzalo Hernández Carrizales es a quien Morena, a nivel nacional, le delegó la facultad para realizar los registros de candidatos en este proceso electoral ante el IETAM.

Los municipios afectados son Madero, Tampico, Altamira, González, Gómez Farías, Matamoros, Bustamante, Villa de Casas, Reynosa, Bustamante, Casas, Güémez, Gómez Farias, González, Jiménez, Miguel Alemán, Miquihuana y Soto la Marina. Las candidaturas van desde diputados locales, alcaldes, síndicos y regidores.

Infiero que el problema radique en el desconocimiento de los procesos electorales o, pudiera ser la prepotencia de saberse partido en el poder y de esa forma querer ‘imponerse’ como les dicta su ímpetu y no su propio marco jurídico.

Esto se suma a otros rechazos del mismo árbitro electoral, y contra el mismo partido; por lo que no faltará quién ‘interprete’ mano negra en el proceso y hasta tildarán de seguidores de la ‘mafia en el poder, la corrupción’, y hasta le pongan nombre a quien supuestamente está detrás de todo esto.

TRES. En noticias internacionales, con impacto en México, pero muy particularmente en Tamaulipas, se supo que, desde el 29 de marzo pasado, Estados Unidos podría incautar bienes a nombre del exgobernador tamaulipeco, Tomás Yarrington Ruvalcaba (1999-2004), originario de la fronteriza matamoros, de donde fue Alcalde.

La resolución surge a raíz de que el tamaulipeco, enjuiciado en una Corte al sur de San Antonio, Tx., donde se declaró culpable del cargo de conspiración para lavar instrumentos monetarios (lavado de dinero), durante 15 años.

La noticia de esta confiscación asciende a poco más de 9 mil 500 dólares, equivalentes a 190 millones de pesos mexicanos aproximadamente, según el cálculo en la suma de bienes que el Estado Gringo le quitaría, pues existe la confesión de Yarrignton de que es producto derivado de sus actividades ilegales cuando fue gobernador de Tamaulipas, señala la periodista de El Universal, Laura Sánchez Ley, egresada en Comunicación de la Autónoma de Tijuana y dedicada a investigar problemáticas fronterizas.

En otras fuentes de información, sobre el tema del matamorense detenido por Interpol Internacional, con sede en Italia, reportaron que Tomás Yarrignton fue detenido en la ciudad de Florencia y no faltó quien asegurara que buscaba o tenía nexos con la mafia de aquél país del mediterráneo.

La reflexión que se antoja es que, pese al reconocimiento de hechos ilícitos, como el que dice Estados Unidos confesó Tomás siendo gobernador, se antoja preguntar sobre las razones políticas, sociales, culturales y hasta psicológicas de que haya calles, avenidas, calzadas, callejones, plazas, colonias o sectores que todavía llevan el nombre de los que antes redentores del pueblo, ahora descubiertos delincuentes.

Entiendo que en su momento los líderes, engaña-tontos, lamieron las botas del gobernante para que les soltara unos pesos y a cambio impusieron su nombre hasta en escuelas primarias o jardines de niños, pero se vale rectificar.

Ésos que una vez fueron primera figura pública, esos que recibieron aplausos y hasta homenajes públicos, admitieron ante los gringos que vendieron protección a la delincuencia organizada en el territorio que juraron hacer valer las leyes, luego entonces ¿por qué seguir premiando a un delincuente que su nombre lo siga llevando una institución o lugar público?

¿Dónde quedó la dignidad ciudadana de Tamaulipas?