Tiempo de opinar
Por Raúl Hernández Moreno

Del 2015 a la fecha, ocho neolaredenses han participado como candidatos independientes a diputado local,  federal, a presidente municipal y a gobernador. Ninguno tuvo posibilidades de ganar  y la mayoría ni siquiera pudo sacar más votos que las firmas de apoyo reunidas  para ser autorizados a registrarse.

Los resultados obtenidos por cada uno de ellos son muy raquíticos, si se le compara con los del  ganador de su elección. Por ejemplo, Francisco Chavira compitió para gobernador en el 2016,  obtuvo 9,151 votos y el ganador 721,041.

En el lapso mencionado se han postulado cinco candidatos a la presidencia municipal, tres en el 2016 y dos en el 2018. Hasta ahora al que mejor le ha ido, y eso es mucho decir, es a Ramón Cantú Deándar que obtuvo 5,999 en la elección del 2016 y logró meter a una regidora al cabildo, Guadalupe Carmona, Mamá Lupita, que terminó desligándose de Cantú, para no deber favores. En esa misma elección, Héctor Peña logró 1,696 votos y Eduardo Longoria, 744.

En el 2018, el locutor  Víctor “El güero” Vergara  logró 3,254 votos y Jorge Miranda Niño, 3,658. Con  esos votos, en un principio el IETAM les asignó un regidor de representación proporcional a cada uno, pero después el Tribunal Electoral se los tumbó.

En el 2015, cuando por primera vez se autorizó a los independientes, Diana Chavira reunió más de 10 mil firmas para   lanzarse como diputada federal y hubo quien pensó que con ese  capital político podía ganar. Al final sacó 3,110 votos, contra 56,350 del ganador.

En 2015, Octavio Almanza participó como candidato  diputado local en el distrito 2 y obtuvo 3,062 votos, menos del 20 por ciento de los que logró la ganadora, con 16,177.

Cuando  surgieron los independientes se pensó que desplazarían a los partidos porque hay un  hartazgo  hacía ellos. El problema es que la gran mayoría de los que han  participado como independientes provienen de algún partido y se les identifica como políticos de carrera.
Pero además, ante los raquíticos resultados de todos los independientes hay la percepción de que no compiten para ganar, sino para ayudar a dividir el voto de algún otro candidato. Y es que aunque no ganan,  terminan quitándoles varios miles de votos a  candidatos con posibilidades reales de ganar.

Desde que se abrió el plazo para que los aspirantes a independientes manifesten al IETAM su intención de participar en la elección del 2021, nadie  se ha acercado. La fecha límite es el 1 de diciembre.

Con los pobres números  logrados hasta ahora por los independientes lo sensato es que nadie se registre, al menos que quien lo haga no tenga intención de ganar, sino de dividir el voto, ayudando a determinado partido. Puede ser.

Lo cierto es que los independientes no emocionan ni a los de casa, menos a los de fuera.